Capitulo 78

7.9K 415 76
                                    



Bianca de Santis.

Me remuevo en el sillón tan incomodo, siento la necesidad de levantarme, y eso es lo que hago.

Me siento en el sillon aún con la vista nublada, me froto los ojos como puedo para poder ver bien. La habitación se siente caliente, sabiendo que afuera está cayendo una de locos. Las ventas están completamente cerradas, que yo sepa no lo hice....

Dejo esas ideas negativas a un lado, para después levantarme y ver cómo está Lucas.

Sus mejillas rojas se reflejan a lo lejos, es tan dulce durmiendo. Lo tapo bien con la manta, parece que la temperatura ha bajado, pero la verdad, viendo la tormenta afuera es algo normal. Todo está mojado, la lluvia cae tan fuerte que la escucho desde aquí adentro.

Tapo con la manta a Lucas, le doy un último beso antes de salir por la puerta. Mientras me dirijo a la sala donde debe de estar Iker veo a mi alrededor, este hospital está realmente viejo, si no sería cirujana, ya me hubiera asustado de como se ve esto, hay agujeros en el techo que fueron tapados con una simple bolsa, pero aun así el suelo está completamente mojado. Mis zapatos se van mojando cada vez más por culpa de la lluvia.

Enciendo una vela al ver que la luz no se enciende por los pasillos, esto da mucho miedo, aún es muy temprano por la madrugada, el sol aún no saldrá en unas cuantas horas, así que gracias a mi insomnio, iré a ver a Iker.

Cada vez que avanzo escucho pasos detrás de mí, esto da bastante miedo. La lluvia se escucha por todo el pasillo, pero aun así los pasos de alguien son más fuertes, acelero el paso, cada vez más, hasta el punto de estar casi corriendo, pero unas manos me detiene.

Sin pensarlos dos veces, golpeo a la persona lo más fuerte que mi mano me lo permite, cierro los ojos cuado eso pasa, pero a los pocos segundos los abro al escuchar de quien se trata.

-Señorita de Santis cálmese!- grita el mismo doctore de hace unas horas, mis manos en este mismo memento están sobre mi boca por el gran asombro que tengo, lo golpee demasiado fuerte.

No fui yo, fue el miedo.

-Que cree que está haciendo?!, me asustaste!- grito intentando calmarme.

-Lo siento-frota su mejilla, que ahora está roja- de verdad, no tenía intenciones de hacerlo, le ofrezco mis disculpas-

Recupero mi respiración, miro hacia otro lado, no estamos tan lejos de la habitación de Iker. Miro mis pies, y esto se está inundando, y no parezco ser la única que lo nota, mis pies ahora, están totalmente mojados, incluso los del doctor.

-Esto se está inundando, debemos de hacer algo- propongo, miramos una vez más a nuestro alrededor, para ver un gran agujero en la pared baja, cerca de suelo- debemos de taparlo antes de que esto vaya a peor-

-Si tienes toda la razón, pero nos mojaremos-

-Eso es lo que menos importa, pero antes, venía aver a Iker, pero si no tapamos eso lo antes posible acabará bastante mal, así que tú,puedes ir a buscar una gran cantidad de toallas, lo que encuentres, tráelo, ese agujero no se cerrara solo, mientras que yo iré a buscar unos trapeadores parasacar el agua lo antes posible- lo vea a la cara, por fin puedo detallar bien comoes, las únicas veces que lo vi fue en medio de una gran oscuridad, y créanmeque su cara cambio, su piel es totalmente blanca, se ve joven, bueno digamos quetenemos la misma edad, su pelo castaño cae por delante de su cara aunque él intentedevolverlo detrás. Mi mirada sobre la dura solo unos segundos, él por lo contario, me mira como si buscara algo en mi cara, mira mis ojos, mi nariz y va bajando hasta encontrar mis labios, pero antes de que las cosas tomen otro rumbo raro, me alejo de él dándole una última sonrisa.

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora