Capitulo 12

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Adriano de Fabbri

-No deberías de haber echo eso- repite por décima vez Iker- la niña no quiere meterse entre nosotros, de seguro encuentras a otra persona que ayude a tu padre tranquilo.-Akihiro lo mira con enfado.

-Bueno dejemos de hablar de ella si?-habla Nathalie-entremos en esta cafetería, parece buena- no digo nada.

Hace ya unas cuantas horas que salimos de su casa , después de lo que pasó no paro de pensar en el porque de no querer ayudarnos, puedo entender que tenga miedo, pero despues de lo que paso en la cena donde ella estuvo presente y hablo de esa forma tan firme al ex boss de la mafia Rusa , se que no se trata de eso. Lo descubriré , vere lo que esconde.

Entramos en el restaurante que Nathalie eligió,ella esta apegada a mi como siempre lo hace .

Cuando entramos pasa lo de siempre, todos se levantan, se ponen con la mirada en el suelo, pasando  me dan un un beso en la mano con un saludo.

Recuerdo lo que pasara esta noche asi que antes de sentarme me paro delante de la barra, en frente de todos.

Todos posan su mirada en mi con un silencio absoluto, saben lo que va a pasar así que dejan todo lo que hacen y me prestan mucha atención.

-Hoy tendremos una misión-todos se miran entre si-creo que ya deberían de saber quien es Bianca de Santis -varías miradas se transforman, otras sonrisas parecen , y los  murmullos se hacen más presentes -Como bien sabéis Akihiro Fujiwara necesita nuestra ayuda, nos desplazaremos hasta Japón para poder asegurar el territorio, no iréis todos, solo los que Max llamará ,  como siempre  los de primer y segundo rango de los Diablos estaréis siempre presentes . Bianca de Santis duda de nuestra seguridad, necesito que dejéis claro que nadie se mete con vosotros, no quiero ver armas por ninguna parte, nada de sangre por esta noche, sobre todo , nadie cuanto nada-Bianca llego de repente el la vida de todos, nadie se lo esperaba, se que Akihiro necesita nuestra ayuda urgentemente, no quiero que tenga miedo y todo se llava a la mierda , quiero continuar pero un miembro de la banda me interrumpe dando un paso al frente.

-si ella no confía en nosotros, porque debemos de hacer todo esto, porque nos escondemos?-Todos lo miran como si hubiera hablado un fantasma, el fuego que  hay dentro de mi se enciende, la cosa que mas odio es que me cuestionen, este hombre se cree valiente ? vamos a ver..

-porque no lo deberías de hacer ? te has olvidado de  quien da la orden?-miro hacía Max y con solo un asentimiento sabe lo que va a pasar, mis hombres se acercan- por lo que veo  eres nuevo, no se ni porque estas aquí- mis hombres lo rodean, estan ocultos de arriba a abajo lo unico que podemos ver son sus ojos, llevan  un pasamontañas negro,en el pecho llevan un antibalas que se camufla muy bien con en traje negro,los brazo, piernas y todo el resto del cuerpo llevan armas escondidad del mismo color que las otras cosas , están mas que listos para un ataque -habla- ordeno al ver que se quedó callado.

Mira hacía mis hombre, intenta escapar, pero como es obvio no tiene por donde,asiento en dirección de mis hombres quien lo atrapan por los brazos y con solo un movimiento ya se lo estan llevando,aún que intenta salvarse nada puede sacarlo de aquí.

-como iba diciendo-hablo hacia el resto- transmitan la informacion ,no quiero fallas en nada, si no haréis compañía a vuestro amiguito, todos deben de estar presentes para esta noche, moveros-después de la siguiente palabra todos se mueven como abejas protegiendo su miel ,me giro para ver a Max-llévalo a la sala de tortura, tengo cosas que hacer, me encargaré mas tarde.-Solo asiente.

***

Y'a han pasado tres horas desde que salimos del restaurante ese.

Salgo de mi oficina para montarme en mi coche, no se porque siento la necesidad de ir a una cafetería para tomar un café, se que mis hombres me siguen y estoy en mi territorio, no debo de preocuparme. Me paro delante de una cafetería pequeña, solo hay dos personas mayores que trabajan aquí, los conozco desde hace poco, son una familia muy noble , no tienen hijos ni nada por el estilo, estaban obligados de abrir este negocio por falta de dinero.

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora