Capitulo 72

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Las almas se sienten tan cerca, que los ojos no los ven.

Riham_DZ

Bianca de Santis.

Me  remuevo en la cama llena de sueño. El sol deja que sus rayos luminosos  entren por la la ventana detrás mía. Aún que me hace daños a los ojos,  se siente agradable.

Esta  noche dormir bastante bien, por  no alguna razón, no llore ni mucho  menos me sentí mal, solo me sonríe tranquilamente en esta casa. Se  sientan tan bien este sueño, que ahora entiendo porque son las 12 del  medio día.

Dormí tan  bien que no quise levantarme. Tan bien que sentía una alma a mi lado.  Sentía como si alguien me abrazara, pero no era una sanción que se  sienta en la piel, si no una presencia...

Es algo bastante raro, no creo en esas cosas de espíritus y tal. Pero juraría que se sentía tan real.

Bueno Bianca ahora estás paranoica. Felicidades que va después ?

Escuchen mi subconsciente.

Me quedo mirando el paisaje del campo por la ventana, es realmente hermoso.

Quito  la mante de encima de piernas, tengo que hacer  algo productivo hoy,  algo que me mantenga ocupada y sin estar penado en lo que paso.

Un  ruido hace que me pare entes de entrara al baño. Veo toda la  habitación, peor no hay nada ni nadie. Espero unos segundos pasa para  ver si ese ruido se vuelve a escuchar.

Me estoy volviendo paranoica .

Examino la habitación, todo está como lo deje ayer. Pero un coló llama mi atención.

La  habitación esta llena de colores claros, no hay nada que no sea de un  color luminoso, pero una sábana o eso creo que es, resalants su color  negro oscuro.

Me quedo parada. Alguien estuvo aquí.

Veo  la prenda desde lejos, no tengo fuerza para acercarme, mis pies se han  quedado pegados al suelo. Solo pido que mis suposiciones sean falsas y  que la sensación de haber sentido a alguien cerca de mí sea solo un  sueño.

Gracias a mis pasos me acerco lentamente a la prenda. Esta pues encima de cabecero beige.

Mis manos la toman entre ella no me atrevo a darle la vuelta. Solo siento el tacto que una vez sentí.

Me niego.

Me niego a saber que es de el.

Me niego a pensar que estuvo aquí.

Junto a mi.

Veo  la ventana, mis manos aprietan la prenda, no es de el, no es de el. Me  repito varias veces, pero todo indica que si es de el.

Por fin le doy la vuelta, efectivamente es de el.

El estuvo aquí....

Su  traje color negro está aquí en mi habitación, al lado de donde estaba  durmiendo. Reconozco el las letras escrita en el borde de su bolillo.

A.F

El  color dorado las resalta entre a oscuridad del traje negro. Lo toco  entre mis manos, no me lo creo. No puede ser, él no puedo estar aquí en  esta habitación.

Lo dejo de nuevo en su lugar, mirándolo fijamente, viendo si realmente es de él.

Suspira, no pasa nada, de seguro es mi mente miedica, de seguro alguien lo utilizo y lo dejo aquí por equivocación.

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora