Extra 2

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Bianca de Fabbri.

Camino por los pasillos de la mansión, viendo aquel atardecer abundar en cada rincón.

Ya habían pasado varios meses desde que supimos de mi embarazo, los tiempos habían pasado volando, pero fueron los mejores de mi vida.

Más al lado del rey de la mafia Italiana.

No tendría palabras ideales para poder describirlo. Él era atento, respetuoso y paciente, todo lo que me hacía amarlo cada día y noche sin límites. Todo parece ser un sueño que se acabó por realizar.

Acaricio mi vientre abultado, viendo cómo el sol se esconde en el cielo. Estos últimos días me sentía cansada, y con fuertes contracciones, pero todo desaparecía cuando sabía qué había nuestras creaturitas dentro, porque sí.

Serán mellizos.

Fue una gran sorpresa cuando lo supimos. Mi madre me lo repetía sin parar. Según ella hace algunos meses, mi vientre tenía una forma algo atípica para solo un bebe, y como era de esperar, tenía totalmente razón.

La noticia nos alegró aún más, al saber que no solo será uno, sino dos, nos conmovió a los dos. Adriano se mantuvo a mi lado todos estos meses, tomando todas las medidas que según él "eran necesarias" pero algunas de ellas eran exageradas. Multiplicó el nombre de guardias por toda la mansión, al igual dejó de asistir a reuniones no tan importantes, pero la más exagerada era que nadie podía venir a visitarnos al menos que sea un familiar, ya que todas las entradas de la mansión eran controladas por él y únicamente por él.

No me opondré a sus medidas, pero siento que a veces es exagerado.

Camino por los pasillos sintiendo ese pequeño dolor en el bajo vientre, pero al igual sintiendo mis lágrimas caer por la cara.

A lo largo del pasillo veía fotografías de nosotros dos durante todo el embarazo, empezando por aquella noche donde lo supimos hasta el día de hoy, pasando por grandes ecografías, cenas entre nosotros días y días románticos junto a él.

El tiempo pasó tan rápido a su lado...

Mis ojos veían cada fotografía, dejando caer esas lágrimas me sumerjo entre recuerdos cercanos.

El atardecer cayendo cerca de mí, los recuerdos increíbles junto a él, todo, todo parece ser un sueño.

Ahogo el grito cuando siento unos fuertes brazos envolver mi cuerpo que me traen de nuevo a la realidad.

—Te encontré cariño—Aquella voz la reconocía a la perfección— Tu pasión se volvió alejarte de repente de mi lado he—

—Estaba viendo todas estas fotografías...—no perdía mi tiempo en quitar las lágrimas de mi cara, no me importaba que él me veía de esta manera.— No crees que el tiempo pasó volando, y decir que hace algunos meses apenas supimos que seríamos padres— hablo con nostalgia.

— Así es cariño, cada vez estamos más cerca de conocer a esas creature (criaturas)—

Coloca mis manos en mi bajo vientre cuando siento grades contracciones que me hacen gemir de dolor.

—Ellos han reconocido a su gran padre— la mano del italiano se coloca debajo de la mía. Sentía su sonrisa desde aquí, pero la mía desapareció cuando las contracciones subían de más en más de nivel por minuto —Adriano..Adri— no termino la palabra cuando una contracción me quita el aliento.

—Carino—

Todo es cuestión de segundos cuando él quita su mano para colocarse en frente mía. Mis manos mantenían mi gran vientre, sintiendo cómo los bebes se movían de más en más, con más intensidad.

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora