El Rey y su Medicina

Extra 1

Bianca de Fabbri.

Muevo las manos por culpa del nerviosismo.

-Hay Bianca tranquilízate, ¡no es para tanto!- grita mi mejor amiga intentando calmarme, pero nada funciona.

-¡Hay cayese perra! ¡Yo también estoy estresado por el resultado!-Grita Iker, quien no deja de saltar por todas partes.

Estábamos metidos en el baño desde hace más de una hora. Ellos dos quisieron estar a mis lados, no solo por metiches, sino también porque les obligue.

Hace más de una semana que los vómitos no paraban, los cambios de humor estaban más que presentes en mí y las ganas de llorar siempre me mataban.

Bueno, ¿no hay nada más que decir verdad?

Decidimos hacer una prueba de embarazo después de que ellos dos me obligaran.

No os voy a mentir, tenía bastante miedo del resultado, no sé cómo reaccionaré y mucho menos como el Rey lo hará. La idea de que no lo quiera en caso de que esta cosa de positivo no para de venir en mi mente.

Llevamos más de 3 años juntos, nos conocemos a la perfección, pero en ningún momento hablamos de este tema seriamente, y no saber lo que él piensa sobre esto, me pone de los nervios.

¡Hay Bianca! Solo imagínate que montas todo esto para que al final esta cosa de negativo.

-¡Me estoy mareando por vuestra culpa- golpeo a Iker quien no deja de moverse por todas partes-Ya no quiero ver!- me siento en el retrete cansada por el estrés.

-¡Hay, vamos nena! ¡No seas dramática!- Una mirada asesina va en dirección al ruso, quien al fin, hace senas callándose.

-No es para tanto, él lo entenderá y serán felices, no me dirás que ahora no eres feliz con él-paso mis manos por mis pelos.

-No, no es eso, es que...- suspiro viéndoles a los dos-solo imagínense que no lo quiere? Pónganse en mi situación-

-¿Hay nena, conozco al bombón desde que se hacía pis en sus panales sabes?- se sienta cerca del retrete- estoy más que seguro que para él será el mejor regalo de cumpleaños-

Mi boca se abre de más en más, al saber que olvide por completo este día especial.

-regalo de cumpleaños?!-Las dos mujeres en el baño gritamos hacia el hombre quien se pone de pie tranquilamente.

-Sí, es normal que no lo sepan, desde hace más de 15 años el ODIA celebrar este día, de hecho el último que hizo fue el de los 15 y eso que nosotros lo obligamos, si no él siempre prefería encerrarse en su oficina y trabajar hasta olvidar este día-

Mi mirada se posa en mi mejor amiga, sin saber qué hacer ni pensar, pero la ideas increíbles se van metiendo en mi cabeza.

-¡Pues eso cambiara a partir de hoy!- tomo los hombres del ruso entre mis manos para que me mire a los ojos- debemos de hacer algo! No podemos permitir que el día más bonito de su vida pase así como así!-

La voz de Iker es callada por el grito de mi amiga, trayéndome de nuevo a la realidad.

Donde parece ser, que el resultado salió a la luz.

Los gritos de parte de mi amiga no cesan, sus lágrimas no dejan de salir de sus ojos y ahora no son mis manos quienes aprietan a Iker, sino totalmente al revés.

-¡Habla de una vez maldita perra! ¡Yo también quiero saber si seré tío!- Iker me sacude de repente hablando a mi mejor amiga.

Los nervios me están matando.