Capitulo 83

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Bianca de santis.

Corro.

Corro detrás de esa mujer.

Corro con la mente llena de miedo, suposiciones y sobre todo con una sorpresa que me deja congelada.

No la quiero perder de vista, así que corro como mis piernas me lo permiten. Nos estamos alejando bastante del hospital, de hecho, ya veo un pueblo a lo lejos, veo la iglesia, una plaza, pero también, veo el puente.

Ella sigue corriendo, no dejo caer el cuchillo, solo corre mirando detrás de ella de vez en cuando.

Cada vez más me canso, siento cómo mi lado derecho me duele, pero, aun así, por miedo corro sin parar detrás de ella.

-detente por favor!- grito, aunque ella solo gira su cabeza para verme y después seguir corriendo lejos de mí.

La noche está cada vez más oscura, la luna sigue viéndonos desde arriba y alumbrando nuestro camino desierto con su luz.

-Por favor!- grito fuerte, me estoy cansado bastante, ya llevamos como bastante tiempo así, nos alejamos bastante y con la noche, ya ni reconozco el lugar.

No despego mis ojos de ella, solo corro como puedo llena de dolor, cada segundo ella asegura que sigo ahí detrás de ella, el aire golpea mi cuerpo, mis pies se detienen cuando ella lo empieza a hacer a unos largos metros de mí.

Mi respiración esa destrozada, pero, aun así, camino hacia ella, estamos cerca del puente que Iker me dijo, solo espero que esa pesadilla no se haga realidad, y sobre todo que ella no lo haga.

Dejo de avanzar cuando ella levanta el cuchillo, no puedo ver su cara, la brisa me golpea a los ojos, ella no deja de adentrarse en el puente a cada dos pasos que da, yo solo doy uno.

-Aléjate de mí!!- grita.

Miro al cielo, cada vez la luna desaparece, está siendo tapada por unas nubes grises, que no dan buenas pintas. El aire me dificulta ver todo, pero, aun así, veo su figura a lo lejos.

-No te acerques!!- me sigue gritado. Mis manos se aprietan al ver que ya estamos en el centro del puente.

Una lluvia bastante fuerte empeiza a caer sobre nosotras, cada vez es mas dificil de verla. No dejo de avanzar, poco a poco, sientiedo como la gran lluvia me va mojando entera, ella no despega su mirada de mi, y de lo poco que puedo er, se que no bao su cuchillo.

-Porfavor te lo pido, no lo hagas- suplico cuando veo que el cuchillo no se baja de su cuello, ue cada vez mas se va apretnado en el, hasta ver que lla ya no tiene el control de lo que hace. No dejo de aanzar poco a poco, gracias a la gran lluvia noto que no puedo abrir los ojos pr complto, pero qe aun asi, me sigue viendo fijamente.

-No te me acerque - vuelve a gritar pero esta vez junto a un susurro- ni se te ocurra acerlo, alejate de mi, alejate antes de que te dane como lo hice con todos-


-Por favor sé que estás dolida, sé que algo va mal, pero haciendo esto no te sentirás mejor, no acabaras con los problemas- le grita, es complicado oírla, la lluvia cae con fuerza sobre nosotras- por favor no lo hagas, acércate prometo que todo estará bien-

¡-Incluso tú! ¡Me hablaste mal, solo por escuchar lo que los demás decían! ¡Solo por oír cómo los demás hablan sobre mis errores, sobre como le hice daño!! Incuso tú-

Deja de verme para subirse a la orilla del puente, el viento nos golpea, mientras solo escucho sus sollozos.

-No lo hagas, te lo pido, por favor, estás cometiendo una locura, te lo prometo, todo cambiará, que serás una mujer fuerte, te lo prometo, pero, por favor, no lo hagas, te lo pido, no lo hagas- suplico acercándome a ella, ella me ve, está llorando, pero solo escucho sus sollozos a pesar de la gran lluvia.

El Rey y su MedicinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora