Como la luna y el sol

Señales.

Su llegada al aeropuerto fue caótica, tanto ella como su equipo que la acompañaba fueron rodeados de periodistas y fotógrafos de la ciudad buscando obtener declaraciones después de su triunfo, lo único que tuvo para decir fue que estaba muy contenta y mientras caminaba, un poco huyendo de ellos hacia fuera del aeropuerto, solo pudo reír un poco al recordar la última vez que había participado y no había prácticamente ningún periodista que quisiese saber de ella, le pareció increíble como las cosas tienden a cambiar en periodos realmente cortos de tiempo.

Sus primeros siete días en la ciudad ya los tenía ocupados incluso antes de que pusiera un pie en la ciudad. Su primer día se dedicó a descansar, pero a la mañana siguiente ya tenía cita con su productor del álbum, su trabajo de supervisar aquello nunca terminaba realmente, después de aquella mañana que se le alargó más de lo que pensaba, tuvo que ir directo a la televisora, en realidad pasó ahí metida casi la mayor parte del tiempo de aquellos siete largos días.

Su descanso llegó hasta ya entrando noviembre, el día de la famosa fiesta que Alberto organizó llegó y Ana no podía negar que estaba emocionada, sería una oportunidad para ver a muchos de sus amigos del medio y fuera de este también ya que ciertamente Alberto mantiene algo de contacto con ellos, así que esa noche estaba lista para disfrutarla como hacia mucho no podía, además en cierta forma sabe que se lo merece, así que estaba lista justo a tiempo para salir de su apartamento, la fiesta se organizó en la casa del mismo organizador, era más sencillo ahí ya que ciertamente el lugar era más accesible para cierta cantidad de gente.

Antes de salir se dio un ultimo vistazo en el espejo, realmente se sentía bien aquel día, había decidido ponerse un vestido negro con una pequeña abertura en el final, la verdad no es usual que los use así que definitivamente se siente diferente esa noche, también decidió por usar un abrigo encima ya que en aquellas épocas ya hacia bastante frio, mientras hacia un pequeño repaso de sí misma al espejo notó el collar que no había quitado de su cuello desde aquel día en que la actriz se lo dio, sonrió al recordar aquel día y también le pareció increíble como se acostumbró a tenerlo, lo tomó entre sus dedos y comenzó a jugar un poco con ella, era algo que ya se volvió costumbre, aunque mayormente lo ha hecho por simple instinto.

Entonces comenzó a pensar en Verónica, entre tanto ajetreo ni siquiera había tenido tiempo de pensar en ella, su silencio se había extendido durante todos estos días, seguía sin señal alguna de ella y Ana sinceramente tampoco tuvo tiempo de llamarla, aquellos pensamientos lograron hacerla sentir algo triste, pero decidió dejarlo pasar una vez más, aunque en el fondo pensó en la posibilidad de que estuviese en la fiesta esa noche, pero también decidió sacara aquellos pensamientos de su cabeza, así que volvió a acomodar la joya en su lugar y le dio un pequeño toque antes de soltarla finalmente, después se dio media vuelta y finalmente salió de su apartamento.

Cuando finalmente llegó se sorprendió al ver tanta gente cuando entró a la casa de Alberto, aunque claramente el primero en aparecer fue este mismo.

—Se ve increíble esta noche mi ganadora favorita. — fue lo primero que escuchó de parte del cantautor que se acercó a ella con los brazos abiertos para recibirla con un gran abrazo, Ana sólo pudo reír ante el comentario.

—Usted también se ve bien señor Juan Gabriel. — dijo la cantante una vez que se separaron y volvió a reír al ver la cara del mencionado ante tal apodo.

—Disculpe, no sabía que hoy venía Ana Gabriel. — dijo también para molestar. —Pero ya enserio, muchas felicidades por tremenda victoria y tremenda presentación, Lupita.

—Es honor escucharlo viniendo de usted. — le aseguró Ana con una enorme sonrisa.

—Estoy muy feliz que por fin comience todo México a darse cuenta del gran talento que tienes muchacha. — aseguró y plantó un beso en su mejilla.