Y cuando todo iba bien finalmente con la actriz llegó una desgracia en su familia, su padre cayó enfermo unos días después, por lo que había tenido que viajar de imprevisto hasta Sinaloa, tuvo que tomar una de las peores decisiones de su vida.
Aquello sucedió tan rápido, ni siquiera tuvo el tiempo suficiente para procesarlo cuando ya estaba de vuelta en México, tenía un compromiso que atender y, aunque realmente no se sentía mentalmente preparada, no está dispuesta a fallar con un compromiso al que había confirmado desde hacía meses.
—¿Ana?
La voz algo distante de Verónica logró sacarla de la especie de trance en que, al parecer, había estado.
—¿Estás bien? — esta vez la voz fue clara y a la vez logró enfocar el rostro de la actriz que la miraba con preocupación.
Verónica estaba acostada sobre el sofá de su sala, mientras que ella le sostenía su cabeza en sus piernas.
—¿Sí? — respondió algo tarde y eso preocupó a la otra más.
La actriz se incorporó y se sentó para poder ver mejor a la cantante, aun preocupada.
—¿Estás bien? Desde hace un rato que parece que no estás aquí.
Mencionó logrando captar la mirada de Ana quien la miro desconcertada, ¿tanto tiempo se había perdido?
—Perdón...no sé...
—No, no te disculpes. — interrumpió las palabras que realmente no salían de la cantante. — Sólo me preocupo.
—Es que estaba pensando en el homenaje. — dijo lo primero que le vino a la mente, no quería abrumarla con sus problemas.
Aquello pareció no terminar de convencer a la actriz, sin embargo, no dijo nada sobre ello, simplemente se acercó lo suficiente a ella para poder abrazarla.
—Sabes que puedes hablar de lo que sea conmigo, ¿cierto? — le susurró antes de depositar un beso en su cabeza tiernamente.
La cantante no respondió, sólo la abrazó y contuvo sus lágrimas.
Ese día terminó con Verónica yéndose más pronto de lo pensado, quería darle su espacio a final de cuentas, lo necesitaba.
Aunque no se esperaba que le fuese imposible verla nuevamente por días, incluso el día del famoso homenaje llegó y ella no pudo asistir, aunque si pudo ver la parte de donde le mostraron el video que grabó ese mismo día.
La vio sonreír inmensamente y eso fue suficiente para convencerse que todo estaría bien. Sabía que después de terminar iría a festejar, pero necesitaba verla, ya no era mucho tiempo el que podía resistir sin tenerla cerca.
Ana regresó a su casa casi a media noche, al final del programa habían ido a festejar, aunque ella no estaba en muchos ánimos de hacerlo aceptó para que su equipo no se preocupara, claro que antes acompañó a sus padres hasta el hotel en donde se quedaban, a pesar de insistir en llevarlos mejor a su casa, se negaron, pero si aceptaron ir por la mañana para conocer el lugar.
Apenas entró con su coche fue detenida por el hombre que suele cuidar la zona residencial.
—Buenas noches, señorita Araujo, hay alguien esperándola afuera de su casa. — le informó el hombre apenas bajó la ventanilla del auto, aquellas palabras la extrañaron, ya todos sabían que no estaría en casa. —Le dije que no estaba seguro a qué hora volvería, pero insistió en esperarla.
—Bien, gracias por avisarme Pedro. — dijo con una sonrisa antes de volver a avanzar hasta su propiedad.
Una vez que llegó y cruzó el portón pudo ver el auto de la actriz estacionado y dentro se veía ella, mantenía las ventanillas abajo y parecía estar revisando algunas hojas, aunque apenas escuchó el auto volteó. Ana terminó de estacionarse y cuando apagó el auto bastó con abrir la puerta para ver a la actriz acercándose a ella con una sonrisa.
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Como la luna y el sol
Fanfiction"Una vez unos ojos marrones conocieron a unos ojos verdes y cayeron enamorados casi al instante. Un amor tan puro que su único error fue existir en una época en la que su amor no podía brillar con la intensidad que se deseaba." . Es mi primera histo...