"Quiero besarte"

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La mañana después de aquella noche no fue tan mágica como creían que sería, para su mala suerte una llamada de José Alberto, hermano de Verónica, irrumpió el silencio de ese amanecer lleno de paz despertando a la actriz quien yacía dormida sobre la cama y asustando un poco a Ana que ya estaba despierta.

La de ojos verdes se levantó, aunque no muy preocupada por encontrar su celular, se sentó recargándose sobre la cabecera y pudo ver a la cantante sentada en el sofá color azul pastel, tenía una libreta y un lápiz entre sus manos, hicieron contacto visual y sonrieron, entonces fue que el aparto dejó de sonar.

—Buenos días. — dijo Ana con una sonrisa antes de levantarse y dejar sus cosas sobre una mesita frente a ella.

—Buenos días. — contestó de vuelta, aunque no con tanta energía como la otra, pero si con una gran sonrisa.

La cantante se acercó a ella y le plantó un pequeño beso que ella recibió con una sonrisa.

—Deberías quedarte esa camiseta. — dijo con tranquilidad la cantante mientras se sentó junto a ella en la cama. —Te queda mejor.

La actriz se sonrojó, pero rio ante el comentario

—¿Qué estabas haciendo? — preguntó curiosa.

—Escribía. — confesó con tranquilidad.

Pero antes de que la actriz pudiese hacer cualquier otra pregunta en ese momento el celular volvió a sonar llenando nuevamente el ambiente con su sonido, Verónica suspiró y salió un momento de la cama para tomar su bolso que estaba en la mesita junto a la cama, una vez que lo hizo sacó su teléfono y contestó.

—¿Diga?

Ana decidió levantarse para abrir las cortinas un poco más y dejar que la luz entrase, mientras continuaba escuchando a la actriz hablando por teléfono.

—José, lo olvidé, lo siento.

Luego de escucharla decir aquello la vio como comenzó a buscar sus cosas por la habitación con prisa.

—Estaré ahí en una hora. — dijo al teléfono mientras comenzó a ponerse su falda. —Bien, cuarenta minutos a lo máximo. — aseguró luego de un largo suspiro.

Ana frunció el ceño, pero suspiró, sabía que eso sucedería, más nunca creyó que tan rápido, creencias, creencias, tenía que dejar de depender tanto de esas. Finalmente cortó la llamada y volvió a centrarse en ponerse su ropa nuevamente.

—¿Está todo bien? — preguntó preocupada, tal vez algo sucedió.

—Si. — le aseguró con una sonrisa cuando volvió a enfocarse en ella. —Sólo que tengo grabación en el foro y lo olvidé por completo.

La cantante entendió y asintió antes de ver como la mujer se colocaba su saco sin quitarse la dichosa camiseta.

—Gracias por traer mis cosas arriba. — le agradeció con una sonrisa antes de darle un beso rápido. —Tengo que irme, pero si salgo temprano te llamo, ¿sí?

—Pero, ¿no tienes tiempo ni para desayunar? — la detuvo antes de que intentase correr. —Aún no es tan tarde, tienes que comer algo.

Verónica sonrió con sus ojos brillantes, nunca dejaría de estar fascinada por lo bondadosa de aquella mujer frente a ella, tomó su rostro entre sus manos y la besó nuevamente, aunque esta vez algo más largo.

—Tengo que estar ahí pronto, Ana. — explicó. —Pero te prometo que tan pronto llegue allá conseguiré algo, ¿te parece?

Y a ella no le quedó más que asentir, no podría decirle que no ante aquella mirada.

Como la luna y el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora