Mentiras.

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Era un viernes por la tarde, ya estaban en principios de julio y eran los últimos días de Ana en la Ciudad de México, de hecho, viajaba a principios de la semana siguiente y no tenía bien definido su regreso, así que quería aprovechar su tiempo para descansar, había tenido meses muy movidos.

Estaba cambiando canales a la televisión frente a ella en busca de ver algo interesante, cuando se dio por vencida dejó una señal cualquiera sin prestarle mucha atención, por lo menos hasta que escuchó la mención de un nombre conocido para ella que la hizo enfocarse en la pantalla casi de inmediato, pasaban imágenes de lo que había sido la presentación de una película en la que aparecía Verónica, entonces recordó alguna de sus muchas platicas donde le comentó sobre ese proyecto.

Se veía feliz, sonreía para todas las cámaras, eso la hizo sonreír también, hablaban cosas sobre la película y lo sucedido el día de ayer en la noche, mencionando también lo bien que se veía Verónica junto a su compañero, la sonrisa de Ana desapareció apenas vio la mención de "pareja del año" cuando mostraron a la actriz junto a Omar.

Aquello sí que la confundió, estaban confirmando que ellos eran pareja, mientras que Verónica hace poco más de una semana le había dicho todo lo contrario, decidió apagar la televisión y se quedó unos momentos pensando en todo y nada a la vez, sintió el impulso de llamarla, pero se detuvo cuando estaba frente al teléfono, se arrepintió y fue hasta su habitación dejándose caer sobre la cama, soltó un gran suspiro, ¿tenía derecho a reclamarle el que le haya mentido? ¿Tenía derecho alguno de reclamarle que sostuviera una relación con Omar? Eran mil preguntas rondando en su cabeza y ciertamente a ninguna podía darle respuesta, así que sin pensarlo mucho se levantó y tomó sus llaves y bolso antes de salir de su apartamento con un destino en específico.

Cuando finalmente llegó fuera de la casa de Verónica todos sus pensamientos y dudas regresaron, comenzó a cuestionarse bastante qué estaba haciendo, pero su necesidad de respuestas estaba siendo más grande, así que se bajó del auto y se acercó a la puerta, ni siquiera sabia si estaba, pero valía la pena el intento.

Estaba por tocar el timbre cuando la puerta se abrió, se asustó debido a lo repentino, de igual manera tomó por sorpresa a Cristian que al parecer iba de salida.

—Perdón, no fue mi intención. — se disculpó el rubio.

Ana rio por la situación.

—No te preocupes, yo y mis imprevistos. — dijo luego de reír.

El chico sonrió.

—Que bueno volver a verte, ¿nos visitarás más seguido?

—Lo mismo digo, Cristian. — sonrió. —En realidad necesito hablar con tu mami, ¿está en casa?

Se sonrojó al tener que estar hablando ahí con el chico, ya no era tan fácil verlo a los ojos lego de pronunciar palabra alguna sobre la actriz.

—Si, creo que está atrás con mamá Coco, vamos, te llevo. — dijo el rubio haciendo una señal para que lo siguiera.

Ana acató y avanzó siendo llevada de la mano por el joven, atravesaron toda la casa hasta llegar a la puerta que daba a el patio trasero donde vio a Verónica junto a su madre ambas sentadas junto a una mesa, parecían muy entretenidas en una plática.

—¡Ma, Ana está aquí! — gritó desde lejos el rubio mientras aun caminaban en dirección a ellas.

Aquello hizo voltear a ambas, Ana sonrió en su dirección como respuesta a la sonrisa de la mujer rubia, mientras que la actriz parecía bastante sorprendida, incluso preocupada.

—Hago entrega de esta bella mujer porque tengo que irme. — dijo Cristian una vez que estuvieron frente a ellas.

—Gracias, Cristian. — dijo la cantante y ambos sonrieron.

Como la luna y el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora