Ni un roce.

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El auto se detuvo ante un semáforo en rojo, las manos de Ana sobre el volante sudaban un poco, era el último semáforo antes de entrar a los estudios de Televisa, era el día en que finalmente vería Verónica luego de meses de ausencia. Hace una semana había vuelto a México, pero ocupó su tiempo con Hugo, hacia tiempo que no lo veía, y en esos pocos días decidió ignorar todo pensamiento sobre la actriz.

Pero el día del programa llegó y tenía que estar ahí desde temprano por la mañana, había mucho que hacer y repasar, por lo que la probabilidad de tener tiempo a solas con la actriz era poca, pero esa pequeña posibilidad de que sucediera la tenía con los nervios a flor de piel.

En pocos minutos más ya estaba fuera de su coche y en camino al foro correspondiente, su equipo llegó por separado un poco más temprano que ella, así que para cuando entró al foro vio una gran cantidad de personas moviéndose por el lugar, aunque no con mucha prisa, a final de cuentas aún era temprano e iban bien con el tiempo. Pasó de largo a todos y fue directo hasta su camerino solamente a dejar algunas cosas que traía consigo antes de volver junto a los integrantes de su banda y equipo.

Pasó buena parte de la mañana ensayando y revisando detalles de audio, aún no había visto a la actriz, cosa que logró tranquilizarla, tal vez tenía suerte y ella llegaba mucho más tarde que todos. Aunque su suerte terminó cuando repentinamente la vio pasar con prisa frente a ella y rodeada por una chica y un chico que al parecer le informaban sobre como iban las cosas, sólo dio un saludo rápido a todos con la mano a la vez que se alejaba de ahí.

Eso fue sencillo. Mucho más de como lo había imaginado.

El tiempo corrió con rapidez y para cuando pudo voltear a ver nuevamente su reloj ya era hora de volver a su camerino para prepararse, en un poco más de tiempo ya estaba con su vestuario y los maquillistas terminaban su trabajo, bromeaba con ellos cuando alguien tocó a la puerta, por instinto Ana miró el reloj en su muñeca, aún no era hora, le fue imposible voltear ya que estaba de espaldas a la puerta y aún trabajaban en su maquillaje, así que alguien de los que estaba con ella fue a abrir.

—Buenas noches muchachos. — escuchó la voz de la de ojos verdes poco después de escuchar como abrían la puerta.

Las personas en la habitación contestaron con un "buenas noches" casi al unísono.

—¿Me permiten a Ana un momento? — pidió a todos los presentes quienes asintieron y en pocos segundos abandonaron la habitación.

En ese momento la mencionada finalmente se levantó de su silla para quedar de frente a la actriz, apenas volteó se dibujó una sonrisa en el rostro de la otra.

—¿Pasa algo? — decide preguntar al ver que la actriz no mencionaba palabra alguna.

—Hace un rato no te pude saludar. — mencionó. —Se me hizo tarde.

La mente de Ana solamente pudo enfocarse en lo bien que se veía con aquel vestido verde. Nunca la había visto con ese color, definitivamente le ayudaba a resaltar el color de sus ojos.

—No se preocupe. — le aseguró la cantante con una sonrisa.

—Además creo que nunca tuvimos una conversación sobre lo que pasó en tu cumpleaños. — soltó y eso fue como un balde de agua fría para Ana.

Parecía una broma, ¿quería hablar sobre eso justo en ese momento?

—Le pido disculpas. — fue todo lo que se le ocurrió decir.

Verónica la miró con confusión y frunciendo el ceño.

—¿En serio? — preguntó con algo de incredulidad mientras se acercaba a ella.

Como la luna y el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora