Como la luna y el sol

"Ay amor"

Pasó solamente un par de días más en el lugar, esas últimas dos mañanas regresó al lugar donde se encontró con Verónica y terminó de escribir la canción que le nació en aquel momento, había estado acompañada del mar, la arena, el sol, la brisa de la mañana y aquella guitarra que la actriz le llevó aquel día, con todo eso y dejándose llevar totalmente por su inspiración escribió lo que estaba segura quería presentar para el festival OTI. Bertha no terminó de sermonearla cuando le contó que utilizó el viaje para escribir, ya que según le recriminó, el viaje era para relajarse y alejarse de todo, pero Ana supo explicarle la necesidad que sintió de desahogarse.

Así que después de aquello volvió a la Ciudad de México para ponerse manos a la obra con su disco, tenía que adelantar tantas cosas y sin duda lo primero que hizo al llegar fue llamar a Verónica, la actriz se mostró emocionada cuando le contó con sumo entusiasmo que estaba segura de ya tener una canción decente para presentar en el dichoso festival, hablaron durante un buen rato aquella vez, la conductora se escuchaba triste al hablar de su pequeño y como había reprochado para irse con su padre, una vez más Ana se sintió inútil al no poder ayudarla, pero la escuchó con total atención e intentó tranquilizarla.

Después de aquel día cansado después de su llegada, fue hasta el estudio para mostrar lo que tenía, sorprendió a más de uno cuando explicó a la perfección lo que quería para esa canción, insistió en que sabía que es su mejor opción para presentar y logró convencerlos a todos, al final de cuentas siempre confiaban en ella. La canción se grabó en las siguientes semanas, agosto los alcanzó y las llamadas con Verónica era algo constantes, en las que simplemente hablaban de su día y que tan mal o bien había ido, Ana le contaba un poco de las ideas que surgían para el álbum y como iba trabajándolas con su productor, así como Vero le contaba sobre las grabaciones y anécdotas distintas con sus compañeros, además la ponía al día con las nuevas clases de música que Cristian había comenzado y que se enteró, gracias a él mismo, que Ana le ayudó a darle algo más de confianza.

En fin, septiembre llegó y les avisaron las fechas oficiales del festival, aquello logró ponerla aún más nerviosa, así que lo único que pudo hacer fue refugiarse en su trabajo y centrarse en adelantar mucho trabajo de su álbum para no tener que preocuparse más que en el festival durante todo octubre, aunque esto conllevó a que poco a poco las llamadas con la de ojos verdes fuesen menos frecuentes y algo más cortas, pero siempre agradecía ese pequeño tiempo en que Verónica tomaba para hablar aunque sea algunos poco minutos.

Finalmente, el mes de octubre la alcanzó y Ana nuevamente tuvo algo parecido a un ataque de nervios, pero sin llegar a demasiado, bastó con que Bertha se la llevara a tomarse unas copas para que se le pasara, aprovecharon a la vez para festejar un poco, el disco iba muy avanzado y en unos días más lanzarían en la radio el primer single del álbum, Ana decidió que sería mejor sacar la canción antes del festival, así la gente pudiese estar familiarizada con la canción, aunque sea un poquito.

Así que con todo su mes de octubre ya lleno de pendientes decidió reunirse con Alberto y Daniela antes de que comenzara todo aquello, probablemente también seria la ultima vez que los vería antes de irse al festival y realmente necesitaba los ánimos de sus amigos.

—¡Lupita!

La voz de su amiga la sacó de sus pensamientos, se giro y la miro llegar junto con Alberto, se encontraba afuera de apartamento ya que recién llegaba de hacer algunas compras, rápidamente sintió sus brazos aligerarse ya que Alberto tomó las bolsas de super y fue rodeada por los brazos de Daniela.

—Hace años que no te veo. — dijo con dramatismo la mujer de cabello largo.

—Hablamos hace un mes o algo así, no exageres. — dijo entre risas la cantante que aun estaba atrapada en su abrazo.