Cambios.

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El resto de la gira decidió terminarla sola, era mejor para apaciguar las cosas entre ambas, por suerte no tuvo que pasar largas noches sin poder dormir después de cada show ya que Diana se ofreció a acompañarla como en muchas de las otras giras.

Fue en realidad poco el tiempo que le quedaba de la gira, por lo que en menos de lo que pensó estaba de vuelta en su casa de México junto a Diana Alejandra, la madre de esta le permitió que se quedase con ella varios días, aunque claro que continuaba llevándola a la escuela, ama esos momentos en que ve a su niña tan feliz durante todo ese trayecto por la mañana, tan orgullosa de estar acompañándola, eso simplemente nunca lo cambiaria por nada.

Apenas había pasado unos cuantos días desde su llegada cuando recibió una llamada de Socorro pidiéndole que atendiera a una pequeña reunión que tendrían para festejar el cumpleaños de Verónica, no le quedó muy clara la parte de si la actriz estaba si quiera enterada de la invitación, pero aceptó luego de una larga insistencia de parte de la mujer, a final de cuentas se suponía que ellas continuaban en una relación.

La dichosa reunión era unos días antes de su cumpleaños de hecho, ya que, como le dijo Socorro, ella prefería pasar unos días en Acapulco. Y aunque aceptó no estaba muy segura de qué tanto tiempo podría quedarse, o cuanto tiempo tardarían en crear un ambiente incómodo, mucho menos después de la decisión que tomó en estos últimos días, estaba ahora si dispuesta a tomar completa distancia con Verónica, o, en otras palabras, debía terminar su relación.

Para este punto la decisión estaba tomada, sin embargo, no estaba segura de ello, el solo pensar en lo que pudiese pasar después de eso la aterraba, era cierto lo que le dijo a su mejor amigo, no quiere perderla, pero tampoco le gusta la forma en la que están.

Aquel día llegó a la casa de la familia Castro con ese pensamiento en mente, aunque claro que no haría nada ese día, además decidió llevar a Diana Alejandra con ella, por lo que ni siquiera pensaba en quedarse demasiado tiempo. Cuando la puerta se abrió fue recibida por Socorro emocionada y con una gran sonrisa, la mujer le dio un fuerte abrazo apenas Ana le sonrió de vuelta.

—Un gusto verte de nuevo Ana. — dijo con claro entusiasmo la mujer luego de separarse de su abrazo. —Nunca me pude disculpar por no atender a tu concierto la última vez.

—No se preocupe, pero ya le reservé un lugar exclusivo para usted la próxima vez. — le aseguró con una sonrisa, de verdad esperaba poder continuar viendo a esa familia que la recibió con los brazos abiertos desde el primer momento.

—Prometo no fallarte mi Anita. — sonrió.

—Pero mire, le presento a Diana, mi hija. — dijo con orgullo y una enorme sonrisa.

—Hola. — saludó la niña que ahora tenía diez años ya. —Un gusto señora.

—El gusto es mío, Diana. — le sonrió de vuelta la mujer. —Pero pasen, que no nos podemos quedar aquí toda la tarde.

Rápidamente ambas entraron y al llegar al patio Ana vio muchas caras conocidas, incluso se sorprendió al ver a Cristian entre los invitados hablando con su hermano Michel, entonces pasó por su mente que realmente si había llevado a Diana como excusa perfecta para irse en el momento en que quisiera huir de todos los pensamientos que la abrumaban.

—¿Ana? — la clara voz confundida de la actriz la hizo voltear nuevamente al frente a donde Socorro las llevó.

La cantante sonrió simplemente sin saber bien qué decir.

—Feliz cumpleaños, Verónica. — fue Diana la que, al parecer, habló por ella.

La mujer sonrió y recibió con cariño el abrazo que la niña le ofreció, de igual forma le entregó el regalo que días antes Ana se encargó de buscar para ella, incluso antes de saber que iría a esa reunión, fue algo que año con año hacia con emoción y sin pensar demasiado que tan bien o al estuviese su relación con la actriz.

Como la luna y el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora