Como la luna y el sol

¿Importa?

Aquel día se recuperó por completo y agradeció de corazón a Diana por estar ahí, además de pedirle disculpas por el susto, luego de una explicación algo larga sobre los que habían sido sus intentos de ser mamá, la mujer entendió e incluso le ofreció poder pasar mayor tiempo con Diana Alejandra si así lo deseaba, obviamente aceptó y le aseguró que podía seguir llevándola a su trabajo sin problema alguno. Aunque una vez que la mujer y su hija abandonaron su apartamento, luego de unas horas, su tristeza la acompañó nuevamente, sabía que no era algo que superaría de la noche a la mañana, pero decidió, por lo menos por ese día, dejarse llevar por su tristeza y melancolía, aunque por suerte no tuvo otro de esos horribles ataques.

Pasaron un par de meses más en los que se dedicó a trabajar completamente siempre cargando con su pena y tristeza, pero lo hacia en silencio, en sus momentos de soledad cuando detenía toda actividad, por eso no le gustaba mucho estar a solas y sin tener trabajo que hacer.

Por suerte tenía mucho trabajo, como ahora, tendría una presentación en un festival en Acapulco en un par de días, recién llegaba a la ciudad acompañada de Daniela que se presentaba al día siguiente, había estado escuchándola durante todo el camino hablar de ello, igual que haciendo decenas de preguntas sobre la presentación que ella tendría ya que subiría al escenario con Vikki Carr, su amiga parecía muy emocionada por eso, al parecer se declaró fanática de Vikki y la canción que sacó hace algunos meses con ella.

Cuando finalmente llegaron al hotel tuvo un respiro de ello ya que llegaron directamente a dormir debido a la hora, por la mañana se encontró con Vikki en la recepción ya que recién llegaba al hotel.

—¡Anita, que bueno verte! — dijo con entusiasmo la mujer rubia apenas la vio y fue directo a recibirla con un abrazo.

—Igualmente, Vikki. — dijo con una sonrisa. —Ya era hora de que nos reuniéramos de nuevo, ¿no?

Se separaron finalmente del efusivo abrazo y la rubia asintió.

—Aunque me hubieses dicho que llegarías antes para venir a hacerte compañía.

Ana rio.

—Apenas llegué ayer. — aclaró. —Y llegué con Daniela, así que sola, sola no estuve.

—Bueno, entonces esa suerte la tuvo ella. — dijo con una sonrisa.

Ana se sonrojó, la mujer lograba ponerla algo nerviosa siempre que estaba cerca, incluso le había parecido que coqueteaba con ella en algunas ocasiones, pero siempre dejaba de lado esos pensamientos, era imposible.

—¿Y ahora donde está tu amiga?

La cantante se alzó de hombros.

—Supongo que no debe tardar en bajar.

Y como si supiera Daniela apareció junto a ellas en pocos segundos, recién venía del elevador.

—Buen día. — saludó a ambas junto con un beso en la mejilla. —Y un gusto conocerla finalmente.

—Buen día, igualmente, siempre es un gusto conocer compañeras y más si son cercanas a mi Ana. — aseguró con una sonrisa.

Daniela volteó un momento con Ana y le dedicó una extraña mirada.

—Dani se presenta hoy en la noche. — mencionó Ana.

—¿Ah sí? Pues ahí estaré entonces. — le aseguró. —Pero ahora tengo que dejar mis cosas en mi habitación, ¿nos vemos más tarde?

Ambas asintieron y se despidieron antes de que la rubia se alejase.

Después de eso fueron a desayunar y matar algo de tiempo de su mañana, pasearon por los alrededores que eran los lugares controlados por los organizadores del festival para que los artistas invitados pudiesen estar con tranquilidad, en ese tiempo Ana aprovechó para contarle a su amiga sobre lo sucedido después de la noticia del doctor, se preocupó demasiado al principio y después la regañó por no decirle nada hasta ahora, pero a pesar de todo sintió su apoyo y le aseguró que contaba con ella para todo.