"Lo que necesitamos"

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Nuevamente pasaron un par de meses en que no se vio con Verónica y solo mantenían contacto por teléfono, pero eso ya era algo a lo que estaba aprendiendo a acostumbrarse, no había hablado sobre ese tema con la actriz, no le parecía correcto discutir algo tan importante por ese medio.

Y la espera finalmente terminó cuando llegó el mes de noviembre, mes en el que volvía a México para presentaciones, tendría un par de semanas libres en las que tenía pensado pasarlo junto a la conductora, luego de avisarle que tendría toda una semana con Diana para llevarla de paseo y varias cosas, ella le propuso verse en Acapulco en su casa, para pasar por lo menos unos días juntas antes de que alguna otra cosa les impidiese verse.

Así que ahí estaba casi llegando a la dichosa casa, con sus pensamientos dando muchas vueltas y muy desordenados, tenía días ya sin sentirse así, siempre que estaba con Diana Alejandra su mente se calmaba como si fuese magia, ni siquiera le preocupan cosas de trabajo, otra de sus razones para adorar estar junto a esa niña.

—¡Ana!

La voz de una Verónica emocionada y de voz chillona interrumpió los últimos momentos de silencio en sus pensamientos mientras bajaba del auto; apenas puso un pie fuera del coche fue atacada por un enorme abrazo de parte de la actriz, aquella simple acción la hizo sonreír demasiado y con la misma emoción le regresó el abrazo, aunque cuando quiso plantarle un beso la vio alejarse con rapidez y dedicarle una mirada casi indescifrable, pero con clara tristeza.

—Hola, Anita, que gusto que vinieras. — la tercera voz de Socorro se hizo presente y entendió la actitud de la actriz.

—Buenas tardes, señora Soco, ¿cómo ha estado?

También recibió un abrazo muy lindo de parte de la mujer seguido de una sonrisa tan cálida que por un momento olvidó el mal momento con Verónica.

—Vamos adentro muchachas.

La mujer rubia con una linda sonrisa dirigió a ambas hasta dentro de la casa, claro que ella no percibía el aura incómoda que se creó entre ambas mujeres, sabía que sería así hasta que tuviesen un momento a solas. Cosa que no pasó en varias horas.

La noche las alcanzó entre pláticas sobre lo que había estado haciendo, en qué lugares había estado y demás cosas, también mencionó que en unos pocos meses más sacaría un nuevo disco, eso era lo que probablemente más la emocionaba, ya que esta vez venía con ritmos muy distintos y eso la tenía con demasiados nervios.

Ya para el momento en que Verónica se ofreció a acompañarla hasta la habitación donde se quedaría ella sabía que era un momento que debía aprovechar para hablar, aunque sea expresar sus pensamientos. O por lo eso pensó que haría, ya que apenas estuvieron en la habitación la actriz volvió a abrazarla, sólo que esta vez fue ella quien plantó un largo beso en sus labios.

—Te extrañé mucho. — susurró luego de alejarse de ella.

Ana sonrió embobada por un momento, nunca notaba cuánto necesitaba uno de esos hasta que lo tenía, definitivamente causan un efecto de serotonina pura, pero esta vez luchó por no olvidar todo lo que pensaba decir apenas veía aquellos ojos verdes.

—Yo también. — le aseguró con una sonrisa. —Pero necesitamos hablar de algo.

Su semblante cambió por completo, lo notó ya que le pasó lo mismo a Verónica, su sonrisa se borró por completo de su rostro y una expresión de preocupación llegó en su lugar.

—No me asustes.

—No hay de que preocuparse, solo es algo que me ha rondado la cabeza mucho últimamente. — explicó en un intento por calmar la situación, sabe que lo que está por expresar es complicado, mucho.

Como la luna y el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora