Como la luna y el sol

Diferente.

Pero a pesar de lo que sea que sintiera y por lo que sea que pasara su disco salió al público, cosa que en realidad amó gracias al apoyo que recibe, tuvo entrevistas en las que la pasó muy bien, por lo que le ayudaba a distraerse del hecho de presentar más de una canción que le traía recuerdos lindos y dolorosos.

Después del encuentro con la actriz se dio cuenta de muchas cosas, aún más cuando se encontró levemente con ella en varias ocasiones, las cosas claramente estaban muy inconclusas entre ambas, esos pocos segundos habían sido los más incómodos desde que la conocía.

Mientras que Verónica pasaba por algo parecido, desde el día en que Ana terminó con ella no se sentía igual.

Aquel día las palabras de Ana la tomaron por sorpresa, aunque una parte de ella ya se lo veía venir, lo único que se repetía desde entonces es que ella tenía toda la razón del mundo y que todo era culpa suya. Porque sí, la culpa no la dejaba desde entonces, por lo que simplemente decidió cerrarse completamente y no pensar ni enfocarse en sus sentimientos.

¿Había sido fácil? No, pero estaba segura que era la mejor solución a todo.

Aunque todo iba relativamente bien, hasta que comenzó a encontrarse momentáneamente con ella por los pasillos de la televisora, eso le despertó nuevamente miles de sensaciones y sentimientos que realmente no necesitaba en esos momentos. Y realmente no tenía el coraje suficiente para enfrentarse a ella por ningún motivo, menos ahora que la veía de aquí para allá con Diana, no quería aceptarlo, pero claro que estaba celosa.

Las veía juntas en la televisora, presentaciones e incluso en noticias, los medios incluso comenzaban a especular sobre una relación amorosa, pero lo que terminó de molestarla fue cuando notó la ausencia del anillo que ella misma le había dado a Ana, eso la hizo caer en cuenta de la realidad, Ana la estaba olvidando rápido y ella seguía estancada en su pasado.

Aunque hay una persona a la cual no puede ocultarle del todo como se siente.

—Vero, tu no estas bien.

Beatriz, su hermana, es la persona que más la conoce y obviamente llevaba meses evitando esa conversación con ella, pero ahora ahí la tenía a solas en una comida que había aceptado ese mismo día.

—¿De qué hablas? — rio con nervios y pidiendo que cambiase de tema.

—Sabes de qué hablo, llevo meses diciéndote lo mismo. — dijo con seriedad. —¿No confías en mí? Sabes que puedes hablarme de lo que sea que te pase.

La actriz bajó la mirada en un intento por evitar que su mirada la traicionara y terminase hablando de más.

—Si confío en ti Betty, no me pasa nada. — mintió una vez más.

—No me hagas que hable con Cristian, sé que algo te pasa, no me mientas.

—Beatriz...

—Tiene que ver con Ana, ¿cierto? — interrumpió.

Y entonces se quedó pasmada ante tal pregunta.

—¿Ana?

—Si, hace meses que no estás bien y hace meses que no las he visto juntas, tiene sentido.

—Claro que no tiene sentido. — defendió.

—Claro que sí. — dijo entre risas al ver la posición defensiva de su hermana. —Además no soy tonta, las llegué a ver juntas cuando estuvimos en Acapulco.

—¿E-En serio?

Beatriz simplemente asintió.

—¿Y por qué no dijiste nada?