Respuestas.

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Ana despertó en su habitación, un sentimiento de emoción la invadió apenas recordó lo sucedido la noche anterior, porque no, no fue un sueño, había sido lo más real que tuvo hasta ahora con Verónica.

No se quedó con ella, había tenido que regresar a su casa como era obvio, aunque luego de aquel beso sí que se habían tomado su tiempo antes de volver a la fiesta, su mejor amigo fue el primero en acercarse a ella exigiéndole explicaciones, ella solo rio, más negó todo.

Tenía que trabajar y sentía que era casi imposible en medio de todos aquellos sentimientos que la rodeaban.

Pero logró sobrevivir todo el día, aunque esperaba alguna señal de la actriz no llegó, así que volvió a su nueva casa totalmente cansada y pensando en los meses que se le venían encima llenos de trabajo, lo que no se esperaba era encontrarse con Verónica sentada en la orilla de sus jardineras, al parecer esperándola, aunque en ese momento estaba muy concentrada en apretar botones en su teléfono.

—¿Hola? — dijo simplemente para llamar su atención cuando finalmente se acercó a ella.

De inmediato la actriz volteó y le sonrió.

—Hola, Ana. — saludó con entusiasmo. —Estaba esperándote.

—Ya veo, pero vamos dentro. — le hizo una ceña para que la siguiera.

La mujer bajó de donde se encontraba sentada y siguió a la otra.

—¿Tenía mucho tiempo aquí? — preguntó mientras abría la puerta con el manojo de llaves que recién sacó de su bolso.

Verónica solo veía atenta a los movimientos.

—No, de hecho, llegué hace poco. — explicó.

Ana finalmente abrió y ambas entraron.

—Pero olvidé llamar para avisarte. — dijo como disculpa.

—No necesita avisar, es su casa. — le asegura con una sonrisa. —Pero creí que estaría festejando con su familia.

Verónica negó.

—Estuve trabajando, vine directo acá.

La cantante la miró confundida.

—¿Pasó algo?

Nuevamente la mujer negó.

—Sólo quería verte. — dijo alzándose de hombros.

Antes de que Ana pudiese decir cualquier cosa la actriz se acercó a ella para abrazarla, obviamente la ella la recibió con gusto y una sonrisa, la abrazó y la sintió acurrucarse en su pecho.

—¿Segura que estás bien? — preguntó una vez más con preocupación.

—Estoy cansada, es todo. — explicó antes de soltar un largo suspiro. —Además necesitaba aclarar lo de ayer.

Esas ultimas palabras lograron ponerla un poco tensa, aunque no dijo nada, dejó que la actriz continuase ahí tranquila un poco más antes de que se separara.

—No tienes porque asustarte. — le dijo apenas se separó y le sonrió. —Quería estar segura de que sepas que todo...todo lo de anoche fue cierto.

Aquello realmente la ayudó a respirar con tranquilidad, quiso soltarse a reír, a veces podía ser muy susceptible con ciertas cosas, ella es una.

—Yo no...

—Tranquila. — interrumpió. —Sé que es difícil, no te culpo, ni mucho menos te diría nada.

Ana bajó la mirada, su mente parecía continuar procesando o intentando creer absolutamente todo lo que le dijo la actriz la noche anterior.

Como la luna y el solDonde viven las historias. Descúbrelo ahora