Ashley WoodAdrián
He soñado contigo.Santa madre ¿Cómo es posible qué con un mensaje me ponga la piel de gallina? Mi respiración se ha entrecortado y tengo que fingir una sonrisa al ver a Cristina venir en mi dirección. Me exijo actuar con naturalidad y apretar un poco mis piernas para apagar el fuego que se ha encendido.
—¿Y bien? ¿Cómo te fue?
Ladeo mi cabeza a un costado al no entenderla. Me cuesta mucho enfocarme.
Adrián
Quiero recrearla, necesito tenerte en esa posición.Releo el mensaje otra vez obteniendo el mismo resultado, desequilibrar mi sistema. Talvez estoy desnutrida, aunque la enorme ración que he desayunado hoy refuta todo. Guardo el celular tratando de olvidar su contenido.
—Con Adrián ¿Arreglaron las cosas? —es más específica.
—Ah, sí. Todo bien.
Empezamos andar en dirección a nuestras clases. Su salón estaba a un par de puertas del mío, así que algunos miércoles teníamos está pequeña caminata cuando nos encontrábamos, nos sirve más que nada para chismear aunque a Cristina no le guste mucho, lo hace por mí. Me adora y yo a ella por supuesto.
—¿Lo solucionaron con sexo salvaje?
—No —hago un gesto de tristeza— lastimosamente.
—¿Entonces?
—El diálogo es la solución —le guiñó un ojo.
—No te creo nada, pero fingiré que sí. —suelta un suspiro— Me siento tranquila por una parte, por un momento pensé que tendría que cometer un asesinato.
—No exageres.
—No lo hago, se lo advertí. Nadie de mi familia tiene autorización para enrollarse con mis amigas.
—Adrián es tu primo lejano, tanto que ni creo que lleve tu sangre —puntualizo.
—No trates de salvarlo, si te lastima lo pagará.
—Entonces puedes estar en paz con tu subconsciente, él no me dañará.
—¿Cómo estás tan segura?
—Fácil, no es serio. —me encogí de hombros— Solo sexo y ya.
Cristina infla sus cachetes y dos segundos después se parte de la risa en mi cara. La miro enfadada cuando se coge su estómago y se inclina adelante. No puedo creerlo.
—¿Qué es tan chistoso?
—No te ofendas, Ashely. Pero no eres de esas chicas que pueden tener sexo sin llegar a involucrar sus sentimientos. —recalca— Además he visto como se miran, todo el mundo los ha visto. A mí me vas a decir que su relación se basa netamente en lo sexual, por favor, su guste se nota a kilómetros.
Por supuesto que nos gustamos. Si no no tendríamos tanta conexión sexual Además ¿Desde cuándo Cristina acepta a Adrián? Si hace un par de días me estaba rogando para que no siga a su lado. El mundo está de cabeza.
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Enséñame: La adicción de Adrián
RomanceLIBRO I «Ashley se niega a caer en la tentación Irman, pero es humana y todo humano tiene un límite que tarde o temprano cederá a los placeres del pecado»