La bienvenida al nuevo miembro no fue la misma que la de Sophia. Esta vez las conversaciones se dieron cortas y precisas. Sophia era generalmente la que interactúa con Benjamín, dándole a conocer aspectos relevantes del grupo. Se detuvo más tiempo en hablarle de Caesar y cómo entenderlo mejor.
Cada uno entonces cenó y se dispuso a dormir. Aún había puntos que el nuevo integrante le causaban dudas. Por ejemplo, la decisión de aceptarlo a pesar de que sabían el problema con Malcom. La desconfianza sobre si era verdad el acuerdo no quería salir de su cabeza, pero optó por continuar.
Se arriesgó por primera vez desde que se convirtió en un Liberado y eso fue por la seguridad de Sophia. No había que negar el cuidado de esas personas hacia ella y el apego visible que su hermana les tenía. Pudo partir de ahí y tomar la decisión. Él también supo con anticipación la habilidad del animal de descubrir de algún modo quién mentía y quién no, antes de volver a verlos gracias a una charla previa con su hermana. Por eso habló con sinceridad.
Esa noche durmieron los de arriba y la pandilla de exdelicuentes tomó el turno para hacer guardia nocturna. Esa noche Gunnar volvió a tener un nuevo sueño extraño y no lo volvió a tachar como una pesadilla más, sino que abrió la posibilidad a algo mucho más profundo. Esa noche, también, la “zona libre de Pesadillas” se transformó por completo...
Gunnar no se dio cuenta el momento en que entró en un mundo diferente al actual, pero extremadamente parecido a lo que era antes. Miró el cielo que se iluminaba con el imponente sol en el centro, gozando del hermoso color azul, acompañado de las fieles nubes blancas y las aves viajeras. Era un paisaje digno de apreciar.
Alzó la mano derecha y observó la manga blanca que lo cubría. No tardó tanto cuando se deleitó del cielo, permaneciendo en esa posición por largos segundos mientras intentaba palpar con las llamas de los dedos el espectáculo captado por sus ojos. Nunca en su vida imaginó por un momento poder sentir tal sentimiento tan maravillado y disfrutarlo tan magistralmente.
—¡Meow!
Fue interrumpe por el maullar de un gato. Bajó el rostro y vio al animal de color blanco y amarillo sobándole la pierna, las cuales también estaban vestidas de un traje blanco. El fenilo, cuando notó que el humano enfocó su atención en él, detuvo lo que venía haciendo.
Gunnar quedó confuso por la conducta del gato, y por tal motivo, perdió el interés por él. Entonces, enfocó sus ojos hacia el frente y una magnífica naturaleza lo saludo.
El suelo era verde por los pastos y había árboles de diferentes tipos y muy hermosos en cada parte, también de los miles de animales disfrutando del entorno glorioso; había paz y tranquilidad.
—Impresionante… —dijo, aunque tuvo una sensación extraña al decirlo.
No encontró otra palabra que expresara su sentir a dicha experiencia. Estar ahí presente lo llenaba de una paz indescriptible, semejante a entrar en un estado mental superior.
—¡Meow!
El animal volvió hacer de las suyas y cortó bruscamente ese estado adictivo en el que se hallaba. El hombre, con paciencia, se agachó y acarició el fino cabello del gato. El felino mostró gestos de placer y aceptación; amaba la forma en la que estaba siendo tratado.
—¿Te gusta? —preguntó sabiendo que la respuesta nunca llegaría—. A mí me encanta estar aquí.
Expresó esas palabras con felicidad infinita. Al mismo tiempo, sentía una extrañeza que no alcanza a diferenciar. Y cuando él se cubría por esas sensaciones, sucedió algo todavía más extraño, pisando lo irreal.
—¿En serio? Lástima que me hayas elegido la rebelión… Mis hijos morirán por eso.
El gato, sorprendente, había hablado y de su boca salió la voz de una mujer madura respondiéndole.
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LA ÚLTIMA DEFENSA DE LA CREACIÓN
Science Fiction[LIBRO 1 TERMINADO] [EN PROCESO DE EDICIÓN] ¿Qué pasaría si el mundo tal y como lo conoces se destruye frente a ti? ¿Te imaginas con la capacidad de destruir un automóvil de un solo golpe? ¿De poder recordar cada uno de los momentos de tu vida? Añ...