😾 06. Dorito sabor a gratis

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𝑬𝒔𝒑𝒊𝒏𝒊𝒕𝒂 𝒎𝒂𝒍𝒖𝒄𝒂

Viernes, ese día donde sabes que solo te faltan un par de horas pa' librarte de algunas vainas por dos días.

Luisiana estaba moviendo el pie con apresuro, esperando a que se hiciera la hora de salida, Jungwon estaba igual en el pupitre de al lao. El chamito estaba mordiendo el lápiz mongol mientras veía con desinterés la pizarra, la estaba viendo solo porque ahí le había quedado la mirada, porque ni bolas le estaba parando a esa clase de geografía.

¿Qué iban a hacer los carajitos el fin de semana?

Absolutamente nada, solo existir y quejarse del sistema educativo por guasap.

―Es un taller, para la próxima clase, en parejas ―la señora se giró, tapando el marcador―, no de tres, no de cuatro, parejas, dos y ya.

Luisiana y Jungwon ni se movieron, no había necesidad.

Esos con una mirada de reojo ya sabían que se iban a poner juntos para esa broma.

La profesora chasqueó los dedos, mirando a los panitas. ―Luciano y Luciana-

―Luisiana ―corrigió la chama, calmando sus impulsos de rodar los ojos.

― ¿Y qué dije? ―la doña se puso ambas manos en la cadera.

Jungwon apretó la jeta, aguantando las ganas de reírse por la cara de su panita, Luisiana forzó una sonrisa. ―Nada, profesora ―masculló.

La chama fue al escritorio de la doña a entregarle la tarea que había dejado la clase pasada, seguida de Jungwon. Ambos esperaron a que la señora les corrigiera su beta para irse a sentar.

Jungwon guardó la libreta y sacó el teléfono, arrastrando la silla de su panita hasta su lado, ganándose un regaño de la profe por andar arrastrando esa vaina con la chama sentada.

Luisi alzó las cejas mirándolo, en una forma de pregunta.

Jungwon se inclinó más cerca de ella, mostrándole su teléfono. Estaba metido en el chat de Seonwoo, señalándole con el meñique un mensaje en específico.

La chama entornó los ojos, leyendo la vaina.

Si quieres puedes traer a alguien, es una reunión tranquila pues ―terminó de leer en un murmuro, dirigió su mirada a su pana que estaba viéndola con una sonrisa de sonsacador―, ¿y qué si no quiero?

Luciano chasqueó su lengua, frunciendo su ceño. ―Naguará Lu, no me vas a falsear de esa forma tan fea.

Luisi se arregló un mechón de las greñas, detrás de la oreja, mirando como su convive estaba haciendo un drama mientras murmuraba "por fa, por fa", la chama suspiró rendida.

― ¿Eso es hoy? ¿A qué hora? Entregue detalles completos para poder pensarlo.

Jungwon se aclaró la garganta, volviendo al mensaje pa' leerle. ―Sí es hoy, a las nueve.

Luisiana peló los ojos. ―Naguevoná, tengo que pedir permiso pa' dos cosas.

Jungwon negó. ―Solo tienes que pedir permiso pa' quedarte en mi casa porque hay una reunión, y ya, ¿si vas?

La chama se dio unos toquecitos en la barbilla, haciendo que lo pensaba, aunque no era totalmente la decisión de ella porque tenía que pedirle permiso a sus pures.

―Sí, después quién te aguanta ―rodó los ojos, accediendo finalmente.

Jungwon le hizo mofa, apretándole un cachete con malda'. ―Tú, tú me aguantas porque me amas.

𝑫𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒄𝒉𝒆𝒓𝒂𝒔  «𝙴𝙽𝙷𝚈𝙿𝙴𝙽»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora