🍁 25. Sopa de candela

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𝑬𝒔𝒄𝒐𝒈𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒄𝒂𝒓𝒓𝒆𝒓𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒄𝒐𝒈𝒊𝒐́ 𝒑𝒂𝒔𝒂𝒓 𝒑𝒆𝒏𝒂

Hay cosas que uno debería evitar por el bien mental de uno, ¿velda?

Cómo dejar de stalkear a tu crush, marico eso no ej sano, suelta ese limón.

Pero sí uno está consciente de ciertos peligros, la guevonada se vuelve como sabrosa, tipo comerte un chocolate de tu amá, buscando un tatuaje de la chola en todo el lomo.

A uno le encanta sufrir, marico, ej así.

―Esta vaina está picante...mira como ya estoy llorando ―sorbió su nariz, masticando con una mueca―. Quiero más.

Les presento a la caraja que andaba jartándose un plato de sopa a la que por error le había echao picante pero le terminó gustando.

Mariangel Mendoza, o Mari para que no suene como regaño de la mai, una chama que quería vivir la vida loca de adolescente pero cuando le decías pa' salir, lo pensaba tres mil veces, mosca si no más.

Otra veneca en esta vida buscando el sueño americano de comer todo el quesillo que pudiera comprar sin remordimiento a pasar la tarjeta, asies.

La chama estaba achantada en la sala de su casa, acompañada de su mamá, viéndose las caras de ponchada cuando se fue la señal en el televisor y el ventilador bajó su potencia.

Ambas estaban rezando pa' que no se fuera la luz, qué ladilla que se fuera la luz.

Retomaron la conversación cuando el cable regresó y se reguló la vaina, siguiendo con su beta como si no estaban cagadas aún porque ninguno de los teléfonos tenía batería.

Por eso estaban compartiendo como familia, ah.

Mari sopló la sopa antes de sorber, sintiendo como el picante le estaba incendiando todo el sistema interno pero ella gozando una bola porque masoquista se nace.

La mai peló los ojos, continuando con su chisme. ―Sabes que...tu hermano anda con un puje ahí que porque ya va a ser su cumpleaños.

La doña se acomodó mejor en el lugar, inclinándose hacia la chama pa' tomar un tono confidencial pa' un coño porque estaban solas.

― ¿Cuándo no? Está con ese fastidio desde enero ―la chamita rodó los ojos, negando ante eso―. Kike va a invitar a no sé quién-

―Y lo más arrecho es que él lo quiere hacer aquí.

La chama soltó un quejido y un insulto mental pa' su hermano. ―Pero no sé dónde irá a meter a la gente, de vaina cabemos nosotros y él quiere hace' una fiesta...si tu aborto no hubiese fallado, no estuviésemos en este peo.

La señora se echó a reír, soltándole un coñacito a su hija. ―Ah pues, deja de decir esas cosas que yo a mis hijos los amo.

―Má pero sabes lo que significa que ese niño quiera hacer una "fiestica tranquila", que los vecinos nos menten la madre en todos los idiomas que sepan, porque hasta el chino del segundo piso va a venir a quejarse.

Pues, lo malo de vivir en edificio era eso, el edificio equivale a un barrio pa' arriba. Ese chismeo de si llegaste, si saliste, si hay visita, si se jalaron las greñas.

Era arrecho el sistema de vigilancia.

La señora se encogió de hombros. ―Yo no sé, pero yo le dije que aquí no quiero ningún bochinche.

―Ay má, pa' qué caernos a cuentos...ese carajito va a hacer lo que le parezca porque se siente poderoso solo porque ej un hombre, pero me dan ganas de regalarle un budare.

𝑫𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒄𝒉𝒆𝒓𝒂𝒔  «𝙴𝙽𝙷𝚈𝙿𝙴𝙽»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora