💌 42. Arranques de loco

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𝑴𝒐𝒔𝒄𝒂 𝒒𝒖𝒆𝒍 𝒌𝒂𝒓𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝒕𝒓𝒆𝒎𝒆𝒏𝒅𝒐 𝒎𝒂𝒓𝒅𝒊𝒕𝒐

Primera semana, primera semana siendo una universitaria veneca enchufada.

¿Cómo iba?

Gueno...

―Ay mami pero mira esto ―chilló la chama, queriendo llorar de pana―. O sea, entiendo de aquí para arriba ―señaló la hoja.

La señora se estaba recogiendo el cabello con su dirección a montar una cena criminal de unas panquecas con chiwi pero se detuvo a ver lo que su amado retoño señalaba.

―Juliette Fernanda, de ahí pa' arriba solo está la fecha.

Velga, tamos mal.

La morena soltó una risa porque la cara de la mai le dio fue un lepe invisible, pero después hizo una mueca y empezó a llorar de embuste. ―Mami es que...

―Bueno pero ¿no lo explicaron en clase?

―Sí lo explicaron pero no entendí.

Falso, estaba escuchando música escondía con los audífonos inalámbricos.

Siguió con la mirada a su amá, la señora se metió a la cocina que justo estaba enfrente de la sala donde Juliette estaba queriendo morirse. Esperó pacientemente algunas palabras de la doña, como de ánimos, una solución, algo...

― ¿Dos o tres panquecas? ―preguntó, sacando la harina de trigo del estante.

La chama abrió la jeta. ― ¡MAMI PERO DIME ALGO!

―Bueno Julie ¿tienes parásitos? ¿Qué quieres que te diga?

La caraja se levantó de la silla, caminando hasta la cocina. ―No sé mami, tu eres la mamá aquí, tú me tienes que ayudar en mi vida.

Ante las palabras de Juliette, la señora le lanzó una mirada fugaz, de esas de "ajá, claro" pa' después seguir echando harina en el bol donde iba a hacer la mezcla.

― ¿Qué quieres que te diga? ―volvió a cuestionar, encogiéndose de hombros.

La chama alzó las manos, ya estresada. ― ¡Conchale mami, no sé! Que me busque una profesora que me enseñe eso, que le pare bola a las clases, no sé.

Juliette le pasó la batidora de mano a la señora porque estaba en el cajón cercano a ella, la señora tomó la vaina y la miró con las cejas alzadas. ―Ya te respondiste tú solita...prende ahí el sartén.

Coño pero...

Ajá, en el momento de analiseishon de Juliette.

Eso era lo que normalmente hacía cuando no entendía una vaina, buscar a alguien que sí y pagarle pa' que le resolviera sin estar esforzándose mucho, pero era que si en el liceo pues.

Aunque hay un par de chismes porai kike desde la escuela, tremendo beta.

La cosa aquí era de otro nivel, gente de universidad, sentía que todos eran unos sapos criticones, que no se equivocaba mucho pues, pero no se podía quedar atrás.

Buscar a alguien que le resolviera ese peo de tareas en el que estaba metida tampoco era la solución, por lo menos no esa vez, estaba comenzando a ponerle medio interés a la vaina que estaba estudiando y por lo menos con que entendiera la cuarta parte pa' ella era ganancia.

Ya que ejerciera después de graduarse era avaricia.

Pero ahí se resuelve.

La parte mala de eso era que le daba ladilla resolver ella sola.

𝑫𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒄𝒉𝒆𝒓𝒂𝒔  «𝙴𝙽𝙷𝚈𝙿𝙴𝙽»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora