🎧 35. El pollo chigüire

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𝑳𝒐𝒔 𝒃𝒐𝒓𝒓𝒂𝒄𝒉𝒐𝒔 𝒔𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏 𝑺𝒖𝒑𝒆𝒓𝒎𝒂𝒏

― ¿Pero qué pasa? ―susurró Carlos, alterao―. Marico, respóndeme.

Jossangel taba llorando mientras abrazaba una botella de vodka sabor a fresa, metido debajo de una mesa de pasapalos al que nadie le estaba parando bolas, menos el castaño, ese alzó la mano pa' atragantarse como cinco tequeños en medio de su llorantina.

Y preguntarás ¿Qué fue?

¿Por qué estaba en ese estado en la fiestica de cumpleaños de la mamá de Carlos?

Gueno, porque uno comienza a hacer una diapositiva de su vida mientras escucha canciones tristes pero sabrosas pa' bailarlas, viendo todo como una película eterna mientras tienes la mirada fija en esa botella que lleva viéndote desde que llegaste.

Y así terminan las cosas.

Con Carlos tratando de entender los balbuceos de su pana borrao-depresivo.

― ¿Te caíste? Mano si me dices que te caíste y aquí te quedaste me voy a reír hasta que te mueras, jurao ―el catire ladeó una sonrisa, buscando hacer reír a su pana.

Pero Joss sorbió el moquero y soltó un;

―Me quiero morir ya mismo.

―Rey, ¿qué fue? Dime vale.

Jossangel negó, volviendo a sollozar como un carajito chiquito mientras le pegaba el pico a la botella pa' echarse otro palo, después se llevó la mitad de tequeño que tenía en la otra mano.

El catire pasó la lengua por el interior de su mejilla, viéndolo con resignación.

―Si quieres irte a dormir-

―Me quiero ej mori', marico me quiero morir de una vez...

El chamo se restregó la cara con frustración, hidrocentro estaba full servicio en sus ojos porque eso no eran lágrimas, eso era un diluvio.

Carlos apoyó sus rodillas del piso, pasando un brazo por debajo de las piernas de su pana y el otro por la espalda, pa' cargarlo y llevarlo a un lugar más cómodo, un lugar donde no estuviesen todos los primitos menores del catire viendo a Jossangel con curiosidad.

Esquivando gente y carajitos que se pegaron detrás de los chamos a vel, se fueron pal cuarto del catire, Jossangel bajó las piernas apenas entraron, teniendo la cama ahí en frente, se fue a sentar en la esquina del cuarto.

Bello.

Carlos se volvió a girar cuando cerró la puerta, cruzando los brazos al ver a su pana con las nalgas en el piso.

― ¿Qué te pasó, rey? ¿Tas bien? ¿Es por tu mamá?

Jossangel se mordió el labio con fuerza, aguantando las ganas de chillar, cerró sus ojos mientras dejaba su cabeza apoyada en la pared, inhalando y exhalando con lentitud.

―Carlos...

― ¿Qué wa?

―Soy gay...

El chamo abrió los ojos pa' verle la cara al catire, su pana tenía una pierna encima de la otra, con las manos reposadas en la rodilla, moviendo el pie con inquietud mientras su cara taba neutral.

― ¿Y te sientes mal porque tus pures-

―Me siento mal por todo.

El catire torció la jeta, mirando a otras partes mientras procesaba qué le podía decir a su pana, coño, consolar a gente triste no era su mejor materia pero con un cero nueve la tenía que pasar.

𝑫𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒄𝒉𝒆𝒓𝒂𝒔  «𝙴𝙽𝙷𝚈𝙿𝙴𝙽»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora