😾 07. Perdiendo los teteros

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𝑳𝒖𝒄𝒊𝒂𝒏𝒐 𝒎𝒐𝒅𝒐 𝒂𝒗𝒊𝒐́𝒏

Luisiana no sabía ni qué hora era cuando se acomodó en la cama y sintió el cuerpo del individuo al cuál ella apodaba "Anoluci", se giró de una vez, dándole la espalda porque recordó más rápido la arrechera que su nombre en pleno sueño.

Jungwon se removió, soltando un quejido mientras buscaba arroparse bien.

Sí, Luisiana casi que se había cosido la sábana al cuerpo, sí él quería arroparse entonces que se parara a buscar otra sábana.

La chama sintió unos toquecitos en el brazo, se hizo la loca, fingiendo estar más dormida que mi pierna después de media hora sentada. Se asustó cuando el mamaverga de Luciano se le acercó a la oreja.

―Luisi, Luisi ―la zarandeó de manera delicada, buscando "despertarla", la carajita ya había torcido los ojos al tercer llamado de su nombre.

Pero Jungwon taba decidido a despertarla porque ni después de tres minutos dejó de buscar despertarla. La chama gruñó, diske acomodándose.

― ¿Qué? ―murmuró, más seca que un cerro en semana santa.

Jungwon se había alejado de su oreja pero cuando escuchó la respuesta de la chama, volvió a acercársele. ― ¿Tas arrecha?

―Quiero dormir.

Luciano se resopló en toa la oreja, haciendo que la chama se timbrara. Jungwon volvió a batuquearla, un poquito más fuerte. ― ¿Tas arrecha?

―Déjame dormir.

―Si no me respondes no te voy a dejar tranquila ―el murmullo de Jungwon fue perdiendo volumen gracias a un bostezo.

Luisiana se hizo la loca y cerró los ojos, frunciendo el ceño porque la arrechera se le escapaba hasta por los poros, si no le paraba bola entonces se iba a cansar y el sueño se lo llevaba.

Diría uno, con cualquier persona normal.

Pero que Jungwon se bajara de la cama pa' ponerse enfrente de Luisi, tocándole el cachete como cinco veces antes que la chama le soltara un manotón.

―Marico, es en serio, me dejas dormir o me arrecho más ―masculló Luisiana, en un evidente tono de molestia.

Se medio podían ver las caras porque el cuarto de Luciano tenía una cortina algo clara y eso dejaba que la luz de los postes entrara majomenos. Los panas se estaban viendo, Luisiana con el ceño fruncido y Jungwon con una cara de sueño que no jugaba carrito.

La culpa no lo dejaba vio.

―Sí te arrechaste ―volvió a hablar más bajito.

Luisiana rodó los ojos, dándole un manotón a la cama porque de pana ella quería dormir y no, tenía al carajito ahí ladillando.

― ¿Me vas a dejar dormir o me tengo que ir de aquí también?

Jungwon la empujó un poco pa' él acostarse de ese lao y que ella le parara bolas. Luisiana se quedó ahí, con los brazos cruzados, viendo como el chamo se acostaba frente a ella y buscaba arroparse.

Así que ella se rodó por completo, quedando del otro lado de la cama, con intenciones de ponerse de espalda pero Jungwon la sostuvo del brazo. ―Luisi-

―Sí Luciano, estoy molesta porque fui a esa verga contigo porque según no querías estar solo y quien terminó sola fui yo, fácil pudiste ir tú solo porque tú si eres amigo de Seonwoo, ahí hacías tu ambiente y yo tranquilita en mi casa, pero me tuviste que sacar pa' hacerme esa vaina.

𝑫𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒄𝒉𝒆𝒓𝒂𝒔  «𝙴𝙽𝙷𝚈𝙿𝙴𝙽»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora