😾 08. Decepción arrecha

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𝑨𝒈𝒖𝒂 '𝒆 𝒑𝒂𝒏𝒕𝒂𝒍𝒆𝒕𝒂

La individua, Luisiana estaba respirando profundo pero en cuenta regresiva a explotar.

Vamos a echarles el chisme.

Desde que Jungwon Luciano se empepó con la chamita Vanessa, ese pana le estaba haciendo competencia al chicle pegao debajo de un pupitre. Ese había empezado a organizar que salidas a lo loco con la chama.

Luisiana en parte lo entendía, o sea, el carajito se veía que estaba como gafo por Vanessa, Luisi no había tenido oportunidad de tratar así con ella pa' saber si su convive no había sido víctima de un amarre o una guevonada loca.

Jungwon seguía acompañándola hasta su casa, hablaban que si media hora y después se piraba, le dio un chocolate cuando regresó de donde su nona en modo de disculpas por haber cancelado su salidita pal cine.

La chama no le quería reclamar mucho porque tampoco quería verse como una celosa loca de que su amigo estuviese cuadrando.

Pero Luciano ya estaba rozando unos límites en Luisiana...

Lugar: patria socialista.

Sentimiento:

―El coño de su madre con Luciano ―murmuró la chama, para' frente a la casa del carajito leyendo un mensaje que recién le había llegado.

"Luisi, no vayas que no estoy, salí con Vanessa"

¿Así cómo uno lo defendía?

Luisi suspiró profundo, cruzándose de brazos. De pana que le dio burda de arrechera, no le pudo avisar antes y la hizo caminar hasta allá en pleno sol de dos de la tarde.

―Hola.

Luisiana miró pa' donde ubicó la voz, el vecino de Jungwon estaba saliendo de su casa, movió su mano cuando la chamita lo vio, sonriéndole en forma de saludo.

―Hola ―la chama correspondió el saludo, moviendo sin mucho ánimo su mano y forzando una sonrisa.

Seonwoo se acercó a ella, cubriendo un poco su cara del sol con su mano, el sol estaba candeloso oyó. ― ¿Jungwon no ha salido? ¿Quieres que le lance piedras a la ventana?

Ella soltó una pequeña risa, negando. ―No, me acaba de mandar un mensaje diciéndome que salió.

Seonwoo chasqueó sus dedos. ―Ah verda', con Vanessa ―el chamo miró la calle―, naguará, ¿y no te pudo esperar?

Luisiana se encogió de hombros. ―Al parecer no.

Seonwoo negó mientras chasqueaba la lengua. ―Se pasó... ¿vas a esperarlo aquí?

―No, me voy a mi casa porque pa' qué lo voy a esperar si bolas es lo menos que me va a parar.

Seonwoo hizo una mueca triste. ― ¿Quieres que te acompañe?

―No vale, tranquilo, vaya a lo que iba a hacer.

Seonwoo hizo un ademán con su mano pa' que Luisi empezara a caminar y así caminar juntos. ―Voy a comprar unas cosas para una maqueta que tengo que hacer.

― ¿Tu dónde estudias?

Seonwoo se pasó pa' la acera donde había sombra porque sol no iba a llevar a menos que fuese a la playa, nosi. Luisiana imitó su acción.

―En el Euroamericano.

Ella asintió, quedándose en silencio por un ratico porque se le había olvidado cómo verga se socializa.

𝑫𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒄𝒉𝒆𝒓𝒂𝒔  «𝙴𝙽𝙷𝚈𝙿𝙴𝙽»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora