𝑫𝒆 𝒂𝒎𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒚 𝒂𝒓𝒓𝒆𝒄𝒉𝒆𝒓𝒂𝒔 «𝙴𝙽𝙷𝚈𝙿𝙴𝙽»

+ 🎧. Besos de ají

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― ¡NO SE DEJE, QUEJESOOO!

Los gritos de Carlos se escuchaban por toda la casa y Max estaba ladrando por eso, como que si se uniera a la bulla de los locos en el cuarto.

Habían puesto el play con el televisor del cuarto de Joss, Carlos sacó un need for speed y se llevaron al abuelo a jugar pa' estar par en los equipos.

Joss y Jay contra Carlos y el señor.

Jay taba concentrao en su beta, la mejilla se le abultó dando a notar que estaba afincando la lengua de esta, recontra metido en su beta de ganarle al señor.

Jossangel se estaba jartando un raulito mientras veía la guevonada desde su cama, riéndose mientras Carlos saltaba de un lado a otro con piquiña en ese hoyo.

Cuando el Jongseong Alexander ganó, Carlos dejó la bulla pa' darle unas palmadas de consuelo a su compañero de equipo. El señor se paró y dejó el control del play en la cama.

―Nah, nah, vamos a ver una vaina real, tú en tu moto y yo en la camioneta.

Jossangel sintió el tostón apuñalarle la encía y caer por su garganta raspándola, se echó a toser mientras Jay le daba palmaditas en la espalda, tendiéndole el vasito de fresco que se iba a tomar.

El catire dobló la cabeza pa' un lao como loco, mirando al señor con esos ojos pelaos. ―VEEEEEERGA VIEJO ¿Qué tenía ese captopril?

Y eso fue risa pareja en ese cuarto, el señor se disculpó con los muchachos porque ya estaba cansado y quería dormir, los carajos le pidieron la bendición a coro dándole las buenas noches también.

Joss se arrimó a la orilla, bajando los pies pa' calzarse las chancletas fallando en el intento porque Carlos las había pateado pal coño en una de sus correderas por el cuarto.

―Mano contrólate, la señora debe estar durmiendo ya, que pena ―regañó Jay, negando con desaprobeishon, tomándose el poquito de fresco que le dejó el castaño.

El catire se lanzó de culo a la cama, haciendo rebotar un poco a Joss. ―Naaaah mano, tu abuelo es demasiado fino, si mi abuelo estuviese vivo me lo traigo pa' que se hagan panas.

Joss se dio por vencido y se paró de la cama con la pata pelá. ― ¿Se van a cambiar de ropa por fin o duermen como Dios los trajo?

La pregunta del chamito Chirinos quedó en el aire, entre los otros dos hubo un intercambio de miradas que de bolas captó porque tampoco el ciego, aparte su convive no era la persona más disimulada.

―No mano, no puedo, tengo que irme porque mañana tengo entrenamiento tempranito, si vuelvo a llegar tarde me van a joder.

Jay lo siguió, pasándole un brazo por la cintura a Joss. ―Yo tengo que ayudar a limpiar mañana la pizzería y me dan unos rialitos extra, aparte tengo que buscar al nuevo.

Eso hizo que el castaño alzara una ceja, alternando su mirada entre Jay y el catire que ya se había parado de la cama, buscando una respuesta a esa vaina repentina.

¿De cuándo acá Carlos decía que no a quedarse ahí?

El catire se la vivía metido de cabeza en esa casa y pa' rematar se había ofrecido a pintar la casa cuando el señor dijo que necesitaba buscar gente pa' arreglar la casa.

Al igual que Jay, ese la pasaba metido en la cocina con la señora Yesenia, inventando con yutú.

―Ujuuuum, 'ta bien ―murmuró, cruzándose de brazos y por efecto alejándose del medio abrazo del pelinegro.