Entonces _____ dejo la sede y no fue vista por nadie hasta el día que Tomioka la encontró de nuevo. Para su desgracia la mayoría de los pilares no la veían de la misma forma.
SAGA | MELANCOLÍA: TOMIOKA GIYUU Y TU
FANFIC - DEMON SLAYER/KIMETSU NO YAI...
—No puedes confiar en lo que ese espíritu te dijo— grito la mujer —Tal vez no este diciendo la verdad y...
La chica volteo a verla —¿Acaso me queda otra opción? Tengo menos de un año de vida. Me muero en el intento o me absorbe la espada. No me quedare de brazos cruzados a esperar mi final, si puedo deshacer esta pañetada lo hare.
—¡Pero ____!— interfirió Tanjiro —Dices que tal vez mueras en el intento, pero sinceramente no creo que eso pase ¡tu eres muy fuerte, se que lo lograras!
—Tanjiro tiene razón— continuo el rubio —Puede que nosotros no seamos de ayuda, pero nos gustaría acompañarte.
Ella negó con la cabeza —Ustedes regresaran a la sede. Le pediré a Midori que los lleve hasta allá, ella se encargara de que vuelvan con vida y en una pieza. También quisiera pedirles que, le digan al patrón que tenia asuntos que arreglar y no se si regrese. En caso de que muera en el intento de llegar a la colina de los muertos, el templo Gekkō se encargara de llevarle mi último mensaje a Giyuu y al Patrón.
—¿¡Que!? ¿¡como te atreves a hablar así!? ¡Tienes que volver con vida! Eres de las personas más geniales que conozco ¡Si mueres te mataré! — chillo el de cabeza de jabalí.
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T/N
—La colina de la muerte es conocida por sus trampas espirituales. Los fantasmas suelen hacer que las personas dejen el camino antes de llegar a la fuente de sangre. Recuerda que las almas atrapadas en ese lugar son malvadas. Recuerda que digan lo que digan no es verdad. Escuches lo que escuches no son las personas que amas. Veas lo que veas no es real. Usaran tus miedos en tu contra para evitar que cumplas con tu cometido.
Mire a los lados, había una niebla espesa y el ambiente era muy pesado —El viejo no menciono nada sobre esta niebla— dije susurrando —No veo un carajo.
Seguí el sendero de rocas, pensé que bromeaban con lo de la arena negra, en verdad que la hay.
Ven conmigo
Esa... esa era la voz de mi Ryô. Trate de guardar la calma, esto era una ilusión. Mi hermano estaba muerto y su alma estaba atrapada en el estanque del templo.
Soy yo, hermana. No tengas miedo.
Lo había escuchado atrás de mi, era su voz, hablaba como el —No voltees, no voltees— hable para mi misma.
—Espera ____ no te vallas— grito el azabache.
Me quede petrificada, había visto a Giyuu de niño pasar corriendo a un lado de mi para después desaparecer entre la niebla. No iban a engañarme con ese truco barato. En ese instante sentí como una mano se poso sobre mi hombro. Maldita sea, mierda, carajo.
—Suelta la espada y ven a mi, mi amada ____— susurro a un lado de mi.
No era Giyuu, el estaba en la sede. Seguí caminando y sin voltear a ver a lo que sea que estaba sujetando mi mano. No es el de verdad ____, es una ilusión. El jamás te llamaría amada en un lugar como este ¿o si? ¡No! ¡Claro que no!
—Dejemos esto, hay que dejar a los cazadores y huir juntos. Formaremos nuestra familia, viviremos felices como siempre hemos querido.
Jodidamente idéntico, de un jalo me zafe del agarre. Esto no iba a detenerme. Tomioka nunca diría algo como eso, empecé a correr; la neblina empezó a disiparse. La enorme fuente de sangre estaba frente a mi, había logrado subir la colina y llegar hasta ese lugar.
—No lo hagas hija, no arrojes la espada a la fuente.
—Mi abuelo esta muerto, no es real ____, no seas estúpida— dije mientras sacaba la katana —Recuerda que el te llamaba "mocosa", no "hija".
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