CAPÍTULO 26 | LA ESPADA DEL SUEÑO ETERNO

2.4K 275 27
                                    

T/N

Kai paseo alrededor de mi mientras arrastraba su sable, me miraba como si fuera devorarme en ese mismo momento. El ambiente en el que nos encontrábamos era demasiado tenso, tenia que pensar en algo rápido o Kai les daría la orden a esas cosas de matar a Takeshi y a Inosuke —Hay un rumor sobre los Gensō oni— dijo el con voz tenue —Dicen que les gusta devorar las almas puras de los humanos.

Tenia que ser una broma.

—Me pregunto si ellos se morirán por matar a estos chiquillos. Lo ven con cierto deseo ¿No lo crees?—  me preguntaba como si de verdad creyera que iba responder a tal estupidez.

Mire a los chicos, tenia que hacer algo rápido. Takeshi me miraba con lagrimas en los ojos, no podía evitar sentirme mas miserable y culpable de lo que ya estaba. Por otro lado Inosuke solo hacia gestos de dolor sin verme.

—¿Qué es lo que quieres?— pregunte al demonio.

Sabia que quería algo, por la vida de  esos dos estaba dispuesta a darle lo que fuera, mi vida si era necesario.

—A ti— respondió en seco —Tengamos un duelo, si me matas tus amigos serán libres. Si yo gano, no te matare; sin embargo, tu te encargaras de matar a estos dos, me traerás la cabeza de Tomioka y te unirás a mi— pase saliva, no me creía capaz de hacer tal cosa ¿Si perdía en verdad tendría la fuerza de asesinar a Giyuu? No quería ni imaginarme eso, pero ahora mismo ya no tenia opción —Y casi lo olvidó, tus amigos que están escondidos no pueden ayudarte. Me parece que es un trato justo ¿Te parece bien?

Y mucho menos podía darme el lujo de rechazar sus condiciones; más aun cuando yo estaba en desventaja  así que estaba por mi cuenta, la ayuda de Kyojuro no seria un privilegio que pudiese usar —Bien— exclame.

—Empecemos—  anuncio con imponente voz. El fue el primero en atacar, justo en mi punto ciego. Detuve su espada con la mía con todas las fuerzas que pude. Era demasiado fuerte para mi, estaba en desventaja física tanto como el fuerza. Podía usar una de la técnicas de Sadashi, pero no iba a funcionar por que el sabia de que iban. Era muy hábil para caer en un truco como ese —Respiración de sueño; cuarta postura, infierno angelical.

En ese momento sentí como si mi cuerpo fuera cortado en pedazos. El dolor era insoportable tanto que pensé que mi estructura se desmontaría cayendo en como trozos de simple carne al piso ¿Cómo iba a pelear contra algo que no conocía? Esa postura no era parte de las del templo Gekkō. Jamás las había escuchado nombrar, quizás eran echas por el mismo o cualquier cosa por el estilo, aun así no podía dejarme intimidar por ello.

Lo atacaría con todo lo que tengo.

No lo dejaría ir limpio.

—Respiración de sueño; cuarta postura, sonata mayor— sin esfuerzo alguno esquivo el ataque. Me lance contra el intentado cortar su cabeza pero mi espada estaba siendo detenida por la de el, un duelo de estas misma. Mi espada del sueño eterno contra su sable, sin duda algo con mucho potencial.

En el último golpe puse toda la fuerza que tenia pero seguía repeliendo mi ataque como si fueran simples ráfagas de aire —Que te falte un ojo dificulta tu victoria y rebaja tus habilidades, así no podrás matarme nunca — chasquee la lengua ante el comentario.

—No necesito dos ojos para vencer a una basura como tu— vocifere mientras sonreía, que ni creyera que iba a dejar que me insultara de ese modo  —Por otra parte tu, ni teniendo tres puedes matarme.

De un salto se abalanzo contra mi, no pude detener su sable con mi katana por lo que resulte dañada. El metal de su espada atravesó mi brazo derecho, sentí como la fría hoja de su arma atravesaba mi carne. Pero con eso seguí adelante, no iba a dejar que matara a ninguno de los mocosos. Saque la espada aguantando cualquier sonido de dolor y la arroje hacia los pies de el. Me coloque en posesión dispuesta a atacar.

Segunda postura; absorción silenciosa.

Un chorro de sangre salió de su estomago, sorprendía quede al ver que no le había afectado de la forma que yo había esperado, puesto que se regenero tan rápido como lo dañe.

—Séptima postura: Réquiem— dijo Kai.

Sentí como la frecuencia cardíaca de mi corazón bajo al mínimo por un breve lapso de tiempo. Así que esto era a lo que tanto miedo le tenía la familia. Mi respiración se comenzó a entre cortar, la visión se nubló y oscureció por segundos. Un punzar sentí en la zona de mi pecho, deje caer mi katana y lleve mi mano a ese lugar. Trate de controlar mi respiración. Se suponía que esa técnica solo funciona con oponentes débiles... ¿Por que me afectaba? O acaso era que yo ¿Era débil?

Levante la vista —Es sorprendente lo que el el poder de la familia y la necromancia pueden hacer juntos— alego el —Una vez que las usas, todo a tu alrededor se vuelve inferior y aburrido. Pero tu pudiste superar algo como esto, deberías estar muerta ahora, aun que estas más muerta que viva al parecer.

—No me vas a matar nunca— murmure como pude en voz baja, no le iba a dar la satisfacción de matarme de esta forma.

—Tal vez pero... te daré un consejo, como tu antepasado y como buena persona que soy— continuo el peliblanco —Si usas la quinta postura tal vez puedas matarme, aun que posiblemente tu mueras conmigo; es una espada de doble filo y considerando que tienes mucho por que vivir no creo que seas capaz de usarla.

Las personas tenían la mala costumbre de darme ideas que casi siempre terminaba usando.

—Lo dices como si no lo fuera a tomar en cuenta— me levanté, agarre mi katana y tome mi posición de pelea.

El extendió sus brazos con seguridad al mismo tiempo que embolsaba una sonrisa ladina—Dejare que lo intentes— vocifero el —Es mas, ni siquiera me defenderé.

Al escuchar eso, sujete con fuerza mi katana. Respire hondo y solté el aire lentamente, había cometido un error si creía que no iba a seguir el consejo que amablemente me había dado. Levante la mirad, nuestros ojos se habían encontrado. tome fuerzas de donde pude y me plante bien sobre el suelo —Nos veremos en el infierno— exclame  —Respiración de sueño, quinta postura; eternal— di un salto hacia el al mismo tiempo que sentí que la espada empezó a quemar mi mano como si de un metal al rojo vivo se tratase, pero aun así no la solté hasta que estuve lo suficientemente cerca de el como para matarlo. Seguí con mi ataque y...

Le corte la cabeza.

El cuerpo se convirtió en un tipo de plumas blancas, mismas que fueron absorbidas por la espada en una especie de viento. El dolor en mi cabeza surgió de repente, mire a un lado con la visión borrosa. Inosuke se libero del Gensō oni, sin embargo, Takeshi, el estaba en el tendido en el suelo.

Corrí hacia el Gensō oni impidiendo a toda costa que escapara —¡Respiración de sueño, sexta postura; sueño infernal!— grite contra el demonio mientras la hoja de mi katana terminaba con su vida. Corri en dirección a Takeshi al igual que los otros, mis ojos contuvieron las lagrimas al verlo.

 Corri en dirección a Takeshi al igual que los otros, mis ojos contuvieron las lagrimas al verlo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
MELANCOLÍA ✔ | TOMIOKA GIYUUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora