¹⁴

5.1K 218 8
                                        




<<<Laia Lanzaginnik >>>








Me desperté gracias a que una azafata comunicó que ya estábamos a punto de aterrizar, así que luego de una pequeña lucha por mantener mis ojos abiertos, comencé a organizar mis cosas así no hago tanto quilombo al bajar y se me hace más cómodo. Pero Bueno, lo bueno es que ya casi estoy en Portugal, sólo hace falta aterrizar y que llegue Otamendi a buscarme y llevarme a dónde está viviendo Enzo actualmente.
Ni bien aterrizamos, me bajé del avión en busca de mis valijas en la cinta esa que da vueltas y vueltas, siempre me tardo bastante porque soy media estúpida y me olvido cuál de todas es mi valija, pero lo bueno es que está vez mi mamá le puso una cintita de color rojo así las distingo entre las demás. Cuándo por fin tenía todo, llame a Nicolás para saber donde estaba, o por lo menos para que me guiase un poquito.

Yo: Nico---dije apenas atendió---¿Dónde estás?.

Nicolás: estoy al lado de la entrada, venite hasta acá.

Yo: dale dale, pero. ¿Dónde queda?---esperé unos segundos para que me respondiera, pero aún así no escucha nada y cuándo me quise dar cuenta, el hijo de mil puta me había cortado la llamada--- genial, me voy a perder la puta que lo parió.--- putee por lo bajo y me fui rápidamente buscando dónde yo suponía que quedaba el lugar donde me pidió que fuera. Pero el lugar es enorme, y poco a poco me estoy perdiendo entre tantos pasajeros, sus parientes, personal y las valijas. Espero que la sorpresa a Enzo valga la pena, sino fue todo este despelote al pedo. Y Nicolás de esta no se salva, pronto tendré mi dulce venganza.
Después de estar caminando de acá para allá, encontré a Nico parado al lado de lo que supongo es la entrada, por fin.

Nicolás: Ahí estás, ¿Laia No?--- se acercó a mi y dejó un beso sobre mi mejilla. No nos habíamos conocido personalmente antes, pero lo veo de fiar y por culpa de las cosas que me contaba Julián, se ganó un pequeño lugarcito en mi corazón.

Yo: La misma, encantada de conocerte.

Nicolás: el gusto es mío, vamos yendo que en cualquier momento se despierta y esa no es la idea---asentí y lo seguí hasta su auto.

Llegamos a lo que ahora sería mi "nueva casa". Nicolás me hizo entrar por la parte de atrás de la casa de Enzo y me dejó con las cosas en el living.

Yo: gracias por todo Nico---le sonreí.

Nicolás: Ya te dije que no es nada, avisame cualquier cosa---me abrazó.

Yo: Si, gracias---el sólo asintió y se fue así que decidí cocinar algo, tenía hambre y supongo que cuando mi chinito se levante también.


























<<<Enzo Fernández >>>.









Me desperté y lo primero que hice fue ir al baño, comencé a bañarme dejando que el agua fría se deslizara por mi cuerpo, me encanta levantarme con una ducha fría. Me ayuda bastante a despertarme bien.
Mañana empezamos a concentrar de nuevo con el club y hoy es mi único día de descanso, así que voy a hacer lo que más estuve haciendo es mis últimos días libres; dormir.
Eso es lo que estoy haciendo últimamente, o directamente hablo un ratito por teléfono con alguien de Argentina. Laia, Julián, el muñeco, mis viejos... Y algunos del plantel de River, se los extraña bastante.
Salí del baño acomodandome un poco mis pelos locos y bajé hasta la cocina, pero en medio del camino me detuve al escuchar ruidos... Que yo sepa Valen, Nacho y Olí no venían hoy a casa hasta más tarde, ¿O será que me dormí bastante y ya están en casa?. No creo, los hubiera sentido.
Volví a escuchar un ruido y mi corazón empezó a ir a mil por hora, el miedo y la incertidumbre de quién puede estar metido en mi casa me hace no querer ir a ver quién es. Pero me armé de valor esperando que no sea lo que sea que estoy pensado y entré a la cocina, dónde ví a esa persona que tanta falta me hacía. Por un momento y pensé que era parte de alucinaciones mías, o probablemente sigo durmiendo.

Laia: ¿Querés media luna, pan con queso o te hago unos panqueques con dulce de leche?

Yo:¿Qué haces acá?---dije acercándome a ella sin poder creerlo todavía, la tengo enfrente mío.

Laia: vine a decirte mi respuesta a la propuesta que me diste de vivir acá con vos.

Yo: Y,¿Ya la tenés a la respuesta?---me dedicó una de sus sonrisas hermosas. Dios, que mujer.

Laia: sí, me quedo a vivir con vos--- me dijo tan segura de su respuesta, que ahora el que está sonriendo, soy yo.

Yo: ¿Me lo decís enserio?--- le dije todavía sin creerlo.

Laia: Si, Enzo. Me quedo acá a vivir con vos.--- sonreí y no me contuve más, la besé. Por fin puedo hacerlo después de tanta espera. Volví a probar sus hermosos labios rositas y suaves, esos que me vuelven loco desde la primera vez que tuve la oportunidad de probarlos. Si esto es un sueño, no me quiero despertar nunca, es un sueño en el que deseo vivir.

Yo: me pone muy contento de que me lo digas, Posta. Ya mismo ordeno la pieza y acomodas tus cosas, ¿dale?. Te hago un lugar en mi Placard y...--- no me dejó terminar y se empezó a reír--- ¿De qué te reís?

Laia: De qué ya querés hacer todo y ni merendaste. Primero, hay que merendar. Santa siesta que te pegaste, eh. Ahora comé que quiero que estés fuerte para entrenar y en los partidos meter muchos goles.--- obedecí sonriendo a lo que dijo y me senté a tomar mates con ella, como lo hacíamos en Argentina.

Yo:¿Cómo conseguiste vuelo tan rápido? Que yo sepa no habían hasta la semana que viene.

Laia: digamos que tuve un cómplice--- rei al acordarme de Nicolás, ese pibe enserio que se pasa.












































Laia;Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora