<<<Laia Lanzaginnik>>>
Valentina: a ver, repasemos una vez más todo---agarró su celular
Yo: está bien.---mire la cama.
Valentina: Ropa que tape los hombros y rodillas--- leyó desde el celular.
Yo:¿En serio tenemos que ir así?. ¿¿No me voy a poder poner pantalón corto?---Valen me miró mal.
Valentina: es el reglamento del país, Laia. No podemos arriesgarnos a nos echen por incumplir una ley, o peor. Que nos metan presas---me señalaba con el dedo retandome mientras yo miré a la cama, dónde estaba toda la ropa que teníamos de Olí, suya y mía que supongo yo, cumplía con lo que pedía el reglamento.
Yo: está.
Valentina: Protector solar, shampoo, acondicionador y crema corporal--- volvió a repetir su acción, yo devolví mi vista hacia la cama, viendo que estaba todo lo que mi amiga me estaba nombrando.
Yo: está todo.
Valentina: bueno, hagamos las valijas y vayamos a dormir así mañana temprano nos vamos al aeropuerto--- dejó su valija subre la cama y alzó a Olí.
Los voy a poner en contexto, porque de seguro no deben de entender nada.
Con Valen y Olí nos vamos a Catar, allá nos vamos a encontrar con Emi y nos hospedamos en el mismo hotel y compartimos habitación.
Ignacio ya está allá pero se vuelve después del primer partido por su trabajo, yo tengo la suerte de que trabajo en un gimnasio y que solo me tienen para hacerle circuitos a los adolescentes que van, pero ellos se van a una excursión de su colegio y después no se que tenían que hacer, así que me dieron permiso para ir.
Tengo una ansiedad de que empiece el mundial, que no la aguanto más.
En cualquier momento voy a explotar de la emoción, son cuatro años de espera, de sufrimiento y de alegría, pero siempre me quedo con el lado bueno de este maravilloso evento.
Este mundial más que nada lo vivo con más emoción, es el primero de mi mejor amigo y también el de mi novio, además de ser el último de leyendas como lo son Messi, Suárez y Ronaldo.
La estoy sufriendo más que nada por la salida de Messi, que es el último mundial donde lo voy a ver defendiendo como nunca nuestra bandera, nuestra patria y nuestros colores.
Por el lado de Enzo, estoy más que feliz, desde que lo conozco me contó lo emocionante que sería para él participar del mundial, y cuándo se enteró que estaba convocado en la lista definitiva, se puso más que contento, explotaba de la emoción y alegría de poder ir, y más que nada a esta edad.
Imagínense, de estar en la reserva de River, a estar en Defensa y Justicia, para luego volver a River y después ser vendido a una cantidad grande a un equipo europeo como lo es el Benfica, y encima, ya lo quiere el Manchester United y en un momento también lo quiso el Liverpool, y todo esto en menos de 3 años. Sin dudas, Enzo está viviendo el sueño de todo niño futbolista.
También estoy feliz por Julián, que él también está cumpliendo un sueño. De jugar en Calchín, a jugar en River y de ahí al Manchester City, otro gran salto. Además, de estar conviviendo junto con Lionel Messi y Ángel Dí María, sus dos grandes ídolos de la selección desde que es una pulguita.
Estoy muy contenta por ambos, los dos se merecen esta oportunidad que están viviendo y sé que van a dar lo mejor de sí para lograr el objetivo que tiene todo el plantel y el sueño de un país; Ganar el mundial de Catar.
Parece, a simple vista, un sueño, una ilusión. Pero es esa ilusión que nos mantiene a cuarenta y cinco millones de argentinos unidos y expectantes. Estamos con el ego en lo más alto, y no creo que alguien pueda bajarlo.
Olivia: Laaaai---sentí sus manos sobre mis mejillas, sacándome de mis pensamientos. Desvíe mi vista hacia ella y le sonreí.
Yo: ¿Qué pasó, Olí?---la senté bien en mis piernas, ella me señaló a su mamá dormida al asiento de la par mía y yo asentí--- mamá está dormida.
Olivia: sí, pelo yo quielo jugal---me hizo puchero, cosa que que hacía para que yo no pudiera resistirme y le cumpliera todos los caprichos que ella tuviese y estén a mi alcance.
Visualice a mi alrededor, viendo que estaba casi todo el avión durmiendo y que probablemente haríamos mucho ruido.
Yo: tengo una idea---hablé llamando la atención de Oli--- ¿Querés que miremos una peli?.---ella asintió inmediatamente con su cabecita, regalandome una sonrisa--- ¿Qué querés mirar?.
Olivia: No sé---se puso a pensar, mirando el piso con un mini pucherito, haciéndome acordar a su papá--- ¿Paw Patrol?---lo dijo lento y con cierta dificultad.
Yo: bueno, dale. ---agarré su tablet y puse una peli de esos perritos que le había descargado Valen antes de salir de casa en Lisboa.
La verdad, es que este es uno de los pocos dibujitos de hoy en día que me gustan, y como no hacerlo. ¡Son perritos que profesiones!. ¡Hasta hay un perrito bombero!. Es lo más tierno que ví en mi vida.
Olivia: ella es mala, mala, mala---señaló a una de los perritos, pero esta a diferencia de los demás, tenía una corona.
Yo: pero no me digas que es todavía, Oli. A esa no la conozco---reí leve--- vos contame cuando yo te pregunte, ¿Estamos?.---ella volvió a asentir con su cabecita y seguimos mirando la película, hasta que comencé a sentir su respiración más tranquila y su cuerpo más relajado. La moví muy despacito y la miré para comprobar qué, efectivamente, se había quedado dormida.
Apagué su tablet y nos acomodé en nuestro asiento, ella se acurrucó en mi pecho y yo nos tape con una manta que te daban en el avión, todavía faltaban unas cuantas horas para llegar a Doha, así que podíamos dormir tranquilamente.
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Laia;Enzo Fernández
ФанфикшнLaia Lanzaginnik es una joven de 21 años que, tras su viaje de vacaciones de invierno hacia el sur de su país, vuelve a Buenos Aires para regresar a su rutina de todos los días. Pero su vida da un gran giro inesperado, como si el destino quisiera ju...
