Miércoles 18/10/2023
10:39 PM.
Buenos Aires, Argentina 📍
<<<Enzo Fernández>>>
Yo: la concha de mi hermana, Julián. ¿Podés manejar más rápido?.
Julián: primero; no tenes hermana para bardearle la concha. Segundo; estás manejando vos, pedazo de pelotudo. Tercero; prestá atención, hijo de puta. Sobre que sos un peligro al volante estás manejando nervioso, tranquilízate. Cuarto; mirá para adelante, Gil de mierda. Vas a hacer que nos choquen y ahí no vamos a estar yendo al hospital por Laia, si no por nosotros—enderezó el volante. Claramente estoy más que nervioso y no estoy prestando atención a nada de lo que pasa a mi alrededor.
Yo: perdón, Juli. Es que no puedo más de los nervios. Mirá si algo sale mal y yo no estoy. Me muero—suspiré, tratando de concentrarme en el camino.
Julián: está bien, Enzo. Manejo yo. Vos tranquilo, yo nervioso—asentí con la cabeza, y después estacioné a un costado para poder cambiar de asientos con mi amigo.
Voy a explicarles rápidamente lo que está pasando.
Laia hace una semana cumplió las treinta y ocho semanas, y hoy los nueve meses de embarazo.
Hace exactamente dos horas, me llamó Mía, la hermana de Laia, para que venga al sanatorio Otamendi. Resulta que la Conejita rompió bolsa y la llevaron para allá, porque era lo que tenía más cerca estando en la casa de Agus Palavecino.
Valentina y Olivia llegaron justo el sábado, para poder estar el domingo con motivo del día de la madre. En todo este quilombo, llegando de Perú, pude pedir permiso para poder quedarme al menos tres días en Argentina, con claramente el tema de que están por nacer mis hijos.
Tengo miedo, sinceramente. Imagínense, por poco y no nacen prematuros. Nos dijeron... Bueno, le dijeron a Laia, que lo más seguro era que iba a tener un embarazo normal, que los mellizos iban a nacer cerca de la semana cuarenta y uno... Claramente no es así y a Giovanni y Alma les pintó nacer hoy. Hijos míos tenían que ser.
Lo peor de todo es que no estoy muuuy bien con Laia, nuestra relación está... Digamos que somos como conocidos medios amigos, o algo así. Yo trato de que todo vuelva a como era antes. Necesito tenerla a mi lado, más ahora que mis dos bebés están a nada de nacer... Necesito tenerla conmigo.
Sé que hice las cosas mal. Sé perfectamente que no merezco ni el perdón de Dios. Pero extraño a Laia. La cagué, la cagué como un auténtico hijo de mil puta. Estaba todo bien en nuestra relación, estábamos comprometidos a casarnos, éramos felices, ambos estábamos a gusto esperando a que llegue este momento... ¿Por qué hice eso?.
Ni yo sé el porque, y mucho menos me perdoné a mi mismo.
Perdí al amor de mi vida, por un puto momento de calentura. Y, acá entre nosotros, Vanessa no es para nada linda. Sinceramente, no tengo ni idea de que me pasó. Era como si estuviera bajo un estúpido hechizo.
Julián: estaciono acá y vos corres como nunca, ¿Me escuchaste?—asentí con la cabeza y me quité el cinto. No sé cómo, ni cuando, ni dónde, pero de la nada me encontraba en el pasillo del sanatorio siendo guiado por un enfermero hasta la habitación de Laia. Lo último que recuerdo es estar con Julián en el auto.
ESTÁS LEYENDO
Laia;Enzo Fernández
FanfictionLaia Lanzaginnik es una joven de 21 años que, tras su viaje de vacaciones de invierno hacia el sur de su país, vuelve a Buenos Aires para regresar a su rutina de todos los días. Pero su vida da un gran giro inesperado, como si el destino quisiera ju...
