📍Autódromo José Carlos Pace, Interlagos, Brasil.
01/11/24
<<<Laia Lanzaginnik>>>
Y acá estábamos. Era viernes, día de prácticas. Ya habiamos presentado las entradas que Enzo mando a entregarnos, y parecíamos un circo de payasos.¿Por qué?. Mi familia era un rejunte de escuderías. Nos miran y estamos de todos colores.
Joa llevaba puesta una chomba de Red Bull, no hace falta decir que es fanático de Max Verstappen. Lucas tiene una chomba de Mercedes, y sus ojos brillaron cuando a lo lejos lo vió a Lewis Hamilton. Mi papá tenía puesta la chomba de Williams, porque, recalquemos, que ahora es fanático de la escudería, por un pibito de Pilar. Mi abuelo tenía puesta una chomba de Ferrari, como mis hijos y yo. Bah, más bien, Alma y Giovanni tenían puesta una remera con el escudo de Ferrari en todo el pecho. Y Mía... Mía a último momento se puso la chomba de McLaren, por Norris. Traidora.
Joaquín; ¡Checo, Checo!—mi ahijado gritó con todas sus fuerzas cuando entramos al paddock y vio a lo lejos al piloto mexicano. El de Red Bull se dió vuelta a mirarlo, y le sonrió, saludando con la mano.—¡Nina, me saludó, me saludó!—me miró, con los ojitos brillantes. Sí, Joaco me decía "Nina" porque cuando empezó a hablar, no le salía decir "Madrina". Mi cuñada, Vanesa, había decidido que mi sobrino me llame así, porque tiene más tías qué años.
Yo: ¿Viste, bebo?—le acaricié el pelito, miré a mi hermano, que sonreía con emoción.
Lucas: ¡Vamos a pedirle foto!—alzó a Joa, y de inmediato todos lo seguimos. Mi papá traía en brazos a Giovanni, y yo a Alma. Mía había entralazado su brazo con el del abuelo, para ayudarlo a que camine y que no haga tanto esfuerzo. Esperamos a que Checo estuviera más o menos solo, y nos acercamos más.
Matías: ¡Hola!—le sonrió a Checo, con emoción.
Checo: ¿Qué tal?—nos sonrió, y ví que mi sobrino tenía los ojos llenos de emoción.
Yo: perdón que te jodamos. ¿No nos podemos sacar algunas fotos con vos?.
Checo: claro, sin problema—al toque empezó la sesión de fotos. Pobre, para que dijo que sí. Cuando nos estábamos por alejar, Joa tiró ligeramente de la mano de Pérez, y este al toque le sonrió.
Joaquín: Checo, ¿Me puede firmar?—le mostró un fibrón blanco que, sabe Dios de dónde lo sacó. Me mordí el labio inferior con ternura cuando lo trató con tanto respeto.
Checo: Sí, Campeón. Ven—se puso de cuclillas y agarró el fibrón. Lucas al toque se puso a grabar el momento, sonriendo orgulloso.
Mía: Lai, ¡Laia!—me sacudió del brazo.
Yo: ¿Qué?—dije, ya cansada, mientras mi hija se reía por el repentino movimiento.
Mía: Es Max—me susurró, sonriendo como boluda. Miré dónde ella lo hacía, y en efecto, el piloto tricampeón mundial se acercaba a nosotros. Supongo porque teníamos rodeado a Checo.
Joaquín: ¡Max!—sonrió todo emocionado, con los ojos brillosos.
Max: ¡Hola, amiguito!—le sonrió, y Joa se mordió el labio inferior, nervioso.
ESTÁS LEYENDO
Laia;Enzo Fernández
FanficLaia Lanzaginnik es una joven de 21 años que, tras su viaje de vacaciones de invierno hacia el sur de su país, vuelve a Buenos Aires para regresar a su rutina de todos los días. Pero su vida da un gran giro inesperado, como si el destino quisiera ju...
