Laia;Enzo Fernández

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<<Laia Lanzaginnik>>

No pregunten como pasó, ni cuando, pero en este momento estoy en Miami, con mis hijos, mis viejos, mis hermanos, cuñados, mis sobrinos, mis ex-cuñados, ex-suegros, Valentina, Ignacio, Benjamín y Olivia, de camino al estadio Hard Rock. Argentina está a punto de jugar la final de la Copa América contra Colombia..
 
Decir que volví con Enzo sería una frase muy fuerte, solo diré, que las cosas... Mejoraron, en cierto punto, por algo estamos acá.

Me sorprendí demasiado cuando Enzo me pidió los datos de mis papás, hermanos, cuñados y sobrinos para irnos a Estados Unidos para ver la Copa América. No se van a querer ni imaginar el quilombo que fué mi casa cuando di la noticia. Lucas estaba arriba de una silla gritando; “¡OLÉ, OLÉ, OLÉ, OLÉ, ENZOOO, ENZOOO. OLÉ, OLÉ, OLÉ, OLÉ, ENZOOO, ENZOOO!” Habrá estado, fácil, diez minutos cantando eso mientras lloraba. Luana estaba feliz de la vida porque por primera vez iba a salir del país con el pasaporte que le habían hecho hace como mil quinientos años, Joaquín no entendía ni mierda, solo que íbamos a viajar a ver al "Tio Enzo" en la selección para que juegue con Messi, Mía lloraba de emoción diciendo que iba a conquistar a Valentín Carboni, que se iban a casar y que iban a tener dieciocho hijos. Iliana estaba preocupada porque no sabía con quién dejar el loro de mierda-lo terminó dejando con su suegra-. Mi papá estaba que se le ponía a besarle los pies a Enzo. Mi mamá... Mi mamá está feliz, pero no tanto.

Mamá es la única-además de Valentina, Nacho, Fede Girotti, Pili Batalla, karina y Pili-, que saben lo que pasó con Enzo, y que todavía no superan... Excluyendome a mi, obvio.

Mi vieja le hizo la cruz pero mal, no lo puede ni ver. Está haciendo un esfuerzo sobrehumano para no cagarlo a trompadas enfrente de todo el mundo, y la aprecio totalmente.

No le dije a mi papá que pasó tal cual, solo le comenté que con Enzo tuvimos algunos... Percances. Porque sabía que era capaz de ir hasta Inglaterra nadando y tirar a Enzo desde el Big Ben. Si casi lo mata a golpes a Sebastián, ¿Que le habría hecho a Enzo?. Es algo que no me quiero ni imaginar. Papá sería capaz de hacer cualquier cosa por alguno de nosotros cuatro, ni hablar de sus nietos.

Mía: ¡Laia!—la miré, después de sentir su mano impactar en mi nuca... Bueh, lo decía re formal. Me pegó un bife en la nuca.

Yo: ¡Ay, boluda!. ¿Qué querés?—la miré mal, y acomodé el babero de Alma.

Mía: Te hablan—me señaló a Karina, la mujer de Gonzalo Montiel.

Yo: perdón, me distraje un montón, ando con sueño. No pude dormir nada anoche—suspiré, recordando el caos que pasé para poder dormir a los mellizos—¿Qué pasó, Kari?.

Karina: no pasa nada, Lai. Te entiendo—me sonrió, y colocó a Thiago, su hijo, contra su pecho—Te decía, que no me contaste nada de lo que pasó cuando fuiste a la casa de Zeballos.

Yo: ah, cierto—me reí—te iba a contar y justo llegó Gonza a cagar el momento—rodeé los ojos.

Karina: bueno, contame. Ahora no va a llegar Gonza, así que tenemos todo el tiempo del mundo—reimos un poco, y asentí con la cabeza.

Yo: bueno, mirá. Pasó esto.

Flash Back.

Toqué la puerta de la casa, después de haber revisado la dirección en mi celular. Miré a los mellizos, que estaban en el carrito de bebé, mirando todo con atención.
  Mientras esperaba a que alguien me abra la puerta, ví que al costado de la casa habían muchos... Demasiados autos estacionados. Normal, digo, es un cumpleaños de un futbolista, según tengo entendido, entre amigos. ¿Pero es normal que la mayoría de los autos sean tan lujosos?.
Antes de que pudiera seguir pensando, la puerta se abrió delante de mí, revelando a Exequiel, con una sonrisa de oreja a oreja.