📍Autódromo José Carlos Pace, Interlagos, Brasil.
03/11/24
<<<Laia Lanzaginnik>>>
El viernes no habíamos logrado ver a Franco, y estando en el paddock nos enteramos que su abuelo paterno había fallecido. Mi abuelo se puso triste, y el sábado había traído una de sus camisetas de la selección en la mano, de Messi, que Enzo me había conseguido. Quería dársela, para que se sienta un poco más cerquita de casa. Hoy también trajo la camiseta, y la apretaba firmemente en su mano, con miedo a que se le pierda.
Que feo, digo. Una perdida siempre va a ser algo feo, es un sentimiento de vacío que no se puede rellenar con nada. No podés reemplazar a una persona así como así. Porque, nadie tiene un reemplazo, no cuando marcaste tan fuerte la vida de alguien. Y es más feo aún, cuando te enterás por los medios de comunicación, y no por tu familia.
Franco está tan cerca y a la vez tan lejos de casa. Por más que él quiera ir a ver a su familia en este momento de dolor, no puede. Y se vé, que tenía una conexión especial con su abuelito.
Habíamos visto las fotos y los vídeos después de que saliera a la luz la noticia. Tenía los ojitos rojos e hinchados, la nariz y los cachetes rosados de tanto llorar.
Lo acompaño en el dolor. Uno de mis abuelos se llega a morir, y me muero yo. En especial, la personita que tengo a mi lado. El piloto está siendo muy fuerte en seguir sonriendo como si nada pasara.
Entramos al paddock una vez más. Ayer, habíamos podido hablar con Alonso. ¡Con Fernando Alonso!. ¡CUANDO YO NACÍ, EL CHABÓN ESTABA DEBUTANDO, Y SIGUE CORRIENDO!. ¿ENTENDÉS ESO?. Unas ganas de laburar tiene el hijo de mil. Literal que se podría haber retirado en 2009 y seguiría teniendo guita. Después, lo cruzamos a Hamilton, y Lucas casi se hace pis encima. Es que... Es Lewis, ¿Qué puedo decir?. Medio como que bendijo a Giovanni, porque nos dijo que esperaba enterarse en un futuro que mi bebé había firmado contrato con Mercedes o Ferrari, y que ojalá mis hijos sigan siendo Tifosi cuando él empiece a correr para la escudería italiana el año que viene. Cuando dijo eso, medio como que se le cambió la cara a mi hermano. Digo, su idolo del automovilismo se iba a la vereda de enfrente, y le dolía en el medio del corazón, según él. Es como si Román hubiera ido a River, o como si Aimar hubiera ido a Boca.
Otra cosa que paso ayer, es que Norris había conseguido la pole, por lo que hoy largaba primero. Y justo lo cruzamos cuando habían llegado los McLaren para poder entrar en calor. Mía se tiraba aire con las manos, mientras miraba la foto que se había sacado con él. Y no, no es porque haga calor acá en Brasil, de hecho, está que se nos cae el cielo encima. Y tampoco es que le emocione el hecho de tener la foto con Lando. Mi hermana quiere algo con un pibe.
Ella, hasta donde sabía, había intentando algo con alguien del plantel de River, pero no me quiso decir con quién.
La puta madre, no sabe a qué pibe agarrarse. Y la entiendo. Todos sus intereses son tremendos hombres.
Maldito Enzo y sus chamuyos con su sonrisa seductora de ojos chinos.
Una manito en mi nariz me hizo volver a la realidad, era Giovanni. Lo miré, y le dí un besito en la mano.
Matías: ¡Ese es Franco!—medio como que me gritó en susurros, mientras daba saltitos con Alma en brazos. Nos miramos entre todos, y esperamos pacientemente a que Colapinto esté a punto de pasar.
Joaquín: ¡Franco, acá, Franco!—lo llamó, y el pibe de inmediato se dió la vuelta a mirarlo. Hay veces en las que amo a mi sobrino. No tiene vergüenza en lo más mínimo para éstas cosas. Yo a los seis años me perdí la oportunidad de sacarme una foto con Benjamín Rojas porque me dió vergüenza ir a molestarlo para sacarnos una foto.
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Laia;Enzo Fernández
ФанфикшнLaia Lanzaginnik es una joven de 21 años que, tras su viaje de vacaciones de invierno hacia el sur de su país, vuelve a Buenos Aires para regresar a su rutina de todos los días. Pero su vida da un gran giro inesperado, como si el destino quisiera ju...
