Jean
- ¿Qué paso? ¿Por qué tardaste tanto? - Thomas me pregunta cuando llego a la mesa
- Nada, solo unos inconvenientes
- Bien porque Louis acaba de decirnos que Jules está intentando conseguir a James Adams, sabes que si Adams patrocina a Red Bull será nuestra perdición - mi amigo señala una mesa que cuando la veo bien, veo a la chica de hace unas horas. Carajo ¿Qué posibilidades había? Si que tengo una puta suerte.
- Carajo
- ¿Qué has hecho? – Thomas me pregunta mirándome fijamente
- Creo que la he liado
- Que mierda has hecho Jean – Louis aparece tras nosotros – Jean dime que no hiciste una estupidez porque ahorita nos iremos a presentar.
- No creo que haya hecho algo muy malo ¿verdad Jean? - miro a mi amigo con cara de <Bueno si tú lo dices>
- Si hiciste alguna estupidez que nos haga perder contra Red Bull estarás en tu ruina Jean.
- Solo es un maldito hombre con dinero, de esos hay muchos.
- Pues ese ¨Maldito hombre con dinero¨ genera 40 millones de dólares al mes- Louis me hace a un lado y empieza a caminar hacia esa familia.
- James Adams, un gusto, soy Louis, director ejecutivo de Ferrari. Espero que el nuevo modelo te haya llegado y funcione a la perfección.
- Louis, claro que sí, ya lo estrené y todo, me gusta como corre.
- Claro que sí, es Ferrari – Louis y el señor riquillo ríen – James te quiero presentar a el mejor piloto que conocerás.
- Veo la seguridad en ti Louis.
-Claro que si, James te presento a Jean Stone.
- Señor Adams – le saludo
- Así que el mejor eh
- No veo quien me pueda superar – Su hija el demonio de hace rato llega a la mesa secándose las manos en su vestido.
- Cielo – el tio agarra la muñeca de su hija y nos mira o bueno me mira a mí –te presento a Louis, jefe de Ferrari y a su corredor estrella, Jean Stone – ella le susurra algo a su padre haciendo que este abra los ojos como plato y luego me mira, más le vale que no le haya dicho acerca de ayer y de lo de hace rato porque estamos jodidos.
- Un gusto señorita Adams
- Igualmente
- Él es Jean Stone – ella me mira y me dedica una sonrisa tan falsa que me hace apretar la mandíbula a la hora de estrechar las manos
- Un gusto – me dice apretando mi mano demás
- Igual – Ella me da el ultimo apretón antes de soltarme
- ¿Louis que te parece si hablamos mañana en mi oficina? – Su hija lo mira sorprendida como si eso no fuera lo que esperaba.
- Me parece perfecto, mañana nos vemos en tu oficina- Louis me jala hasta regresar a la mesa donde estaba Thomas esperando
-¿Qué paso?
- Al parecer no la has liado tanto Jean, sigue así, ¿viste como su padre reacciono a lo que ella le menciono? Ella lo tiene controlado, es su hijita, gánate a la hija y tendrás un sueldo de 9 digito en tu chequera para fin de temporada – sonrió mientras me imagino otros 240,000,000 millones a mi cartera, porque, ¿a quién no le gusta en dinero? Puedo gastarlo en lo que me de la gana, lujos, viajes, y alcohol, ir de fiesta es algo que nunca me faltara, siempre pienso que los que eligen amor antes que el dinero soy unos completos idiotas.
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