Capítulo 35: Un ángel

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Lalisa.

Después de dos horas de conversar y hacerle mimos a roseanne salgo más que preocupada, al instante su amiga nayeon aparece y me sonríe amablemente para entrar a la habitación.

Más atrás aparece Jimin.

-Hola.-Me saluda apenas llega a mi con un abrazo y yo gustosa lo acepto, desde que rosé entro en coma no nos quedó de otra que unirnos, Jimin ahora sí está cien por ciento seguro de mi amor hacia su hermana, es un completo imbécil la mayoría del tiempo pero ama a rosé y con eso me basta para estar de su lado.

-Le conté a rosé sobre lo de la bebé y los papeles.-Confieso nerviosa, necesito hablar esta mierda con alguien.

El rubio abre los ojos como platos y me toma por el hombro para guiarme a las bancas de espera.

-La misma doctora nos dijo que no podía recibir noticias fuerte y tú le sales con eso ¿Estás loca?.-Me reprende y ruedo los ojos, por eso digo que es un idiota.

-Si no se lo decía ella no iba a estar conciente de qué el futuro de la bebé está en sus manos, soy de Tailandia Jimin, literalmente estoy dependiendo de rosie para que no me quiten a la niña, me moriría si eso pasa.-Confieso pasando ambas manos por mi rostro repetidas veces, de repente me atacan los nervios.

-Calmate manoban, al menos rosé ya despertó, ¿Imagina si estuviera en coma? Te hubiera tocado casarte con una mujer cualquiera..

-No me ayudas Jimin.-Digo recostandome completamente del asiento, imaginar otros escenarios que no sean este solo me pone peor.

-Sere sincero.-Dice poniéndose serio y le presto atención.-La última vez que rosé entro en depresión y esas cosas, fue cuando yo me fuí, pero según lo que me conto Ryujin, duro como un año en recuperarse, y eso porque no estaba sola, la misma Ryujin la ayudo muchísimo, pero ahora te tiene a ti; podrá recuperarse mucho mejor, y con la bebé, será reconfortante para ella, te ama con locura, creo que hara todo lo que esté en sus manos para que no te tengas que casar con otra mujer que no sea ella.

Me quedo en silencio, al final nunca supe quién fue ese chico que hizo que rose se sintiera tan mal...

-Hey hey, ¿Por qué tan tristes?.-Pregunta hoyeon llegando con la mini jennie en brazos y una pañalera. Una sonrisa de boba se adueña de mí al instante y me pongo de pie para cargar a mi hija.

-¿Como se portó mi hija?.-Pregunto aceptándola en mis brazos, la mini jennie al instante sonríe alegre y mueve eufórica una pandereta de juguete que tiene entre sus manitos.

-Díos la mini jennie es realmente jennie.-Dice con las manos en la cintura y hace una mueca rara, Jimin y yo reímos.-Es una pequeña muy hiperactiva, además tiene un muy mal genio, si no le dan lo qué quiere se pone a llorar.-Se queja de la niña y yo sólo puedo estar más encantada con todo lo que la pelinegra dice, dejo unos besitos en su suave mejilla y la niña me los intenta regresar pegando su boca de mi mejilla en el intento de dejar el beso.

Rio ante eso y la abrazo con un poco más de fuerza.

-Te perdimos lisa, la bebé te tiene en sus manos.-Habla Jimin riéndose mientras me ve de brazos cruzados, hoyeon le hace mofa a la mini jennie y esta solo ríe divertida.

-¿Ya la viste bebé? Tu tía está muy loca.

-¿Yo? ¿Loca? ¡Ja! Estaba muy feliz hasta que me hicieron tía de la noche a la mañana, esa bebé consumió toda mi energía.-Se queja con un puchero.-Y También consumio todo mi dinero, es que se ve tan tierna con todo, pase por casa de rosé y le dejé todas las comprás ahí, ahora estoy oficialmente en banca rota.-Dice dramatizando y ruedo los ojos divertida, en realidad, se que no hay nada que la haga más feliz en este mundo que tener a la mini jennie de a ratos, para ella tener a jennie en coma, fue devastador, no comía, no dormía, Jimin y yo nos fuimos acercando a ella hasta convencerla de que si seguía así enfermaría y nini no querría eso, desde luego que la presencia de la bebé ayudo mucho en su estado ánimico, igual conmigo, por eso lo digo, y siempre lo diré, está bebé es nuestro ángel, solo espero que también logré salvar a rosé...





Always chaelisa (PARTE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora