Capítulo 57: Te amo

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Narrador omnisciente.

Dos meses después.

Han pasado dos largos meses, dos largos meses en los qué rosé se encargó de diseñar una rutina que la mantenga cansada y ocupada por completo, una rutina que no la deja pensar en nada ni nadie, o más bien, específicamente en alguien...

-¡Mamá ambeee!.-Le grita su hija desde el sofá a rosé, la niña muy concentrada en la tv de la sala espera a qué su ocupada madre haga su sandwich rápido.

La rubia ríe negando; desde que ángel cumplió el año empezó hablar aún más rápido, y ahora que tiene un año y un mes, creé que habla más, y aunque un mes de diferencia no es nada, a rosé le obsesiona el que su hija hablé entendiblemente antes de tiempo.

-Deja a tu madre en paz niña holgazana.-Se queja jennie divertida llegando al sofá con una tasa de café sus manos, ángel ríe sin entender seguramente el significado de la palabra "holgazana"

-¡Nini!.-La saluda queriendo montarse en sus piernas, la castaña en seguida deja el café en la mesa redonda para aceptar a su hermana.

-Jennie, j e n n i e.-Le dice letra por letra queriendo ya que ángel diga "jennie" como se debe y no "nini", es algo tierno, pero no quiere que su hermana crezca y adopté ese apodo que lisa se encargó de ponerle.

-Jini...-Intenta decir ángel viéndo los labios de la castaña intentando pronunciar igual que ella.

-Jennie déjala en paz, si la obligas a pronunciar palabras difíciles entonces no se interesará en hablar más...-Se queja la rubia llegando con un plato para jennie y uno para su hija.

-¡Sangui!.-Grita feliz en su intento por decir sandwich.

-¿Lo vez? No sabe pronunciar casi nada.-Se burla jennie de su propia hermana dejándola a un lado con el plato para que coma, rosé la ve con desaprobación, dejar que mini jennie coma sola es un total desastre, se ensucia siempre y ocasionalmente deja caer su comida fuera del plató, pero el pediatra recomendó dejarla hacer algunas cosas sola como comer, así que rosé no puede hacer nada contra eso.

-Ugh... Odió que coma sola.-Se queja la neozelandesa sentandose al lado de jennie quién come tranquilamente, pues la rubia no quiere que su hija crezca tan rápido y dejar de ayudarla en cosas que normalmente de grande no necesitan ayuda, como por ejemplo, comer.

-Deja ir eso ya, fueron órdenes del pediatra, la sobre proteges, si se ensucia o algo, yo la cambiaré.-Dice jennie sin más y rosé rueda los ojos tomando el café de la castaña para darle un sorbo, odia cuando su amiga apoya las según ella "malas decisiones" del pediatra.

-Mierda, esto sabe asqueroso...-Rosé se queja escupiendo el líquido de nuevo a la tasa.

Jennie ríe sonoramente, ángel no sabe por qué lo hace, pero la risa es tan contagiosa que también empieza a reír.

-¿Pues que esperabas? Lo hice yo.-Dice como si nada encogiéndose de hombros, desde el primer día qué jennie se mudo con rosé, hasta ahora, rosé pudo descubrir que la castaña hace el peor café del mundo, realmente el peor.

-Idiota...-Rosé se queja divertida dándole un codazo..

-¡Idiota!.-Grita ángel a la perfección y rosé abre los ojos como platos mientras que jennie le aplaude riendo.

-¿Qué cosas no? No logra decir palabras difíciles pero su pronuncia las malas palabras a la perfección.

La rubia niega de inmediato y se pone de pie para tomar asiento ahora del lado de la pequeña.

-Hija eso no se dice ¿Okey? Idiota NO, idiota MALO.-dice recalcando esas palabras porque sabe que ángel las asocia con cosas o palabras que no debe hacer o decir.

Always chaelisa (PARTE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora