Capítulo 36: Otro manoban

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Lalisa.

Después de hablar con los chicos en el hospital salgo de ahí y subo en mi auto para ir a casa con mini Jennie, antes no tenía auto, no era necesario, pero ahora por la niña si, es importante su seguridad para mí.

En realidad todo este tiempo me he estado quedando en la casa de rosé, ella no lo sabe, nadie se lo dijo, es una sorpresa.

Al principio lo hacía para sentirla cerca, su olor, su habitación, sus fotos, era como tener un poco de ella cuando estaba en coma, luego ví que la mejor casa para la bebé es la de ella, y decidí mudarme ahí, lleve algunas cosas mias y otras las dejé en mi antigüa casa donde viven jisoo y joy, igualmente se que siempre sere bien recibida ahí.

Me pregunto cómo se tomará ella esto, que ahora vivira conmigo en la misma casa y con la bebé, sin ningún tiempo de espació personal...

No sería justo, por lo que tengo entendido, ella ha vivido sola con sus amigas todo el tiempo, claro que nunca se lo ocurrió tener hijos, estaba demásiado ocupada pensando en si misma, y no la culpo, una familia consume mucho tiempo y energía, si ella elige no ser parte de esto lo entendería.

Claro qué lo entendería, pero se que también me partiría el alma..

Somos tan jóvenes, rose apenas tiene veinte años, no se le puede inesperadamente dar la responsabilidad de ser madre y esperar a que lo acepte gustosa.

Pero es que no me vería con otra mujer que no sea ella, y el beso de hoy... Me demostró una vez más todo lo que soy capaz de hacer por ella.

Sentí como su corazón se aceleraba y su cuerpo se tenso, pero no de una tensión mala, si no de esa tensión sexual...

Solo espero poder tener tiempo para ambas, hacerle entender que ella es la única persona en este mundo con quién mi cuerpo y corazón desean estar, sentir más allá de sus labios, y ese hermoso cuerpo curvilíneo, sentir su alma...

-¡Hey!.-El grito de alguien afuera me hace frenar el auto de golpe.

Mierda.

Me estacionó rápidamente aún lado donde veo a otros autos estacionados para dejar pasár a los demás autos

¿Que fue eso?

Observo a la bebé quien está a mi lado en el asiento especial para bebés que mandé a instalar para ella y esta solo se me queda viendo sin entender nada.

Que bueno que tiene su cinturón de seguridad.

Respiro con tranquilidad al ver que frenar tan bruscamente no la asusto

-Okey bebé, creo que tenemos que bajar a ver qué pasó.-Le hablo y esta no me responde nada, claramente aun no sabe hablar, pero me gusta creer que me entiende.

Bajo por mi lado y rodeo el auto para abrir la puerta del copiloto y sacar a la niña.

La tomo en mis brazos y la cargo viendo hacía los lados

No hay nadie, o al menos no está la persona que me gritó.

Pero es que nisiquiera le pude ver la cara, solo frene por el estúpido gritó.

-Okey esto no da risa, si es una broma ya puedes parar.-Hablo seriamente viendo a los demás autos estacionados, nadie sale, algunas personas caminan como si nada y me ven raro.

Aún estamos en una zona central.

La casa de rosie queda en una área más residencial y privada, no como la mía, digamos que deja mucho que desear.

-¡Boo!.-Alguien me asusta por atrás haciendo que me voltee de golpe y casi suelte a la bebé que se pone a llorar de repente.

-!Pero quién demonios te creés!.-Le grito al imbécil que me asusto, su rostro se me hace conocido, esas facciones las he visto en otra parte.

Sus ojos me miran con una expresión burlona en ellos y una sonrisa divertida.

-No llores mi amor no está pasando nada.-Le digo a la mini jennie mientras la calmo entre mis brazos haciendo un movimiento como de Vaivén.

-¿Aun no recuerdas quien soy Lali?.-Pregunta cruzado de brazos, ve por unos segundos a la bebé y se sorprende, luego devuelve la mirada a mi, esa carisma, chaqueta de cuero, sonrisa burlona, tatuajes en el brazo y cabello negro alborotado... No puede ser, abro un poco mi boca sin poder retroceder mi expresión confusa.

-¡¿Dilan?!.-Grito emocionada y me le voy encima con la bebé en el medio.

-Que bueno que me reconociste hermana.-Responde el tonto para envolverme en sus brazos.

Always chaelisa (PARTE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora