Capítulo 54: La verdad qué ocultan los besos

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Roseanne.


Despierto por una hermosa risa qué conozco a la perfección.. La risa de mi hija...

Frunzo el ceño por recibir la luz del Sol pegandome justo en la cara.

Observó a mi al rededor buscándola con la mirada.

Recuerdo todo, ¿Y como no recordarlo?

Pero no la veo, solo la tv encendida y ángel riéndose de las caricaturas acostada a mi lado, ya está cambiada y jugando con ese patito que le ha comprado lisa...

-Lisa...-Murmuro inconscientemente, se me hace una sonrisa de estúpida en la cara, la bebé al instante voltea a verme.

-¿Lisha?.-Me pregúnta abriendo aún más sus ojitos gatunos con sus grandes pestañas y sonrió.

-¿Tu madre ya te cambio y te dió de comer cierto? Iré a buscarla.-Digo dándole un beso en la frente y poniéndome de pie dándome cuenta de que aún estoy completamente desnuda.

Caminó así hasta tomar mi bata de paño y salir de la habitación dejando a ángel concentrada en la tv.

Salgo con una sonrisa en el rostro hasta la cocina, pero no esta...

-¿Lili?.-Pregunto ahora entrando a la sala, la sonrisa se me borra cuando nadie me responde, de nuevo arrugó el entrecejo, definitivamente esté no es el escenario de despertar romántico que tenía, después de anoche, pensé que el día de hoy todo iba a ser mil veces mejor... Después de todo lo que me hizo sentir, y no hablo solo de deseo carnal, fue como si hablase a través de sus caricias, sus besos, su respiración... Fue como no estar en este mundo.-¿Manoban?.-La llamo entrando a la habitación de nayeon que tomo como suya, al baño, a la habitación de Ryujin, nada...

Salgo a fuera y nada, el carro está tal cuál como lo dejo, entro de nuevo a la casa otra vez a su habitación con una idea loca en la mente, abro el clóset con miedo y... Su ropa.... Me llevo una mano a la boca por la impresión, de repente mi corazón se acelera y no precisamente de amor, su ropa no está...

Nada, abro las gabetas y tampoco su ropa íntima está, su mesita de noche, sus papeles no están, sus zapatos, todo ha desaparecido, ¿Ella se ha...? No... Ella... No.... No... No haría eso... Ella solo....

-¡Lalisa!.-Grito con un nudo en la garganta pasando mis manos varias veces por mi rostro ya enrojecido.

De nuevo entro a mi habitación, angel sigue con ese patito en la boca.

-¿Dónde está lisa? ¡¿Dónde?!.-Pregunto al borde de la locura como si la niña me fuese a responder, me mira confusa pero no dice nada, está cambiada y si no llora es porque manoban también le dió de comer, pero si hizo todo eso ¡¿Entonces dónde demonios se metió?! ¡¿A dónde llevo sus cosas?!.

Tomo mi celular casi corriendo como último recurso, mi corazón late desesperado queriendo advertirme lo que mi mente no quiere creer que ella hizo.

Busco su contacto y lo marco, espero unos minutos caminando por toda la Habitación y nada, sale apagado, le dejo mil mensajes por whatsapp y no responde ninguno, nisiquiera le llegan, ¿Y si le ha pasado algo? ¿Y si... Se arrepintió de estar conmigo? ¿Qué mierda fue lo que pasó?

-¡Rosie!.-La voz de jennie tras de mi me hace pegar un brinco, la sonrisa con que entró se borra al notar mi preocupación.

-Je.. jennie... Co... ¿Cómo has entrado?.-Pregunto estresada por la desaparición de manoban.-Pense que te daban de alta en la tarde.-Agrego viendo por toda la habitación a ver si Lalisa habrá dejado alguna explicación lógica a esto.

-Oh si, iba a salir en la tarde, aunque el doctor dijo que daba lo mismo si salía en la mañana, así que ayer en la noche cuando me quedé háblando con tu hermano, le pedí el favor de que me trajera hoy en la mañana aquí como una sorpresa para tí, pero veo que más que una sorpresa, estás aterrorizada.-Dice dejando su maleta a un lado para tomar a ángel entre sus brazos, dejo mi celular en la mesa dándome cuenta qué al lado hay una carta... Mierda, por los nervios lo la había visto.

-Yo... Yo estoy feliz de qué estes aquí Jenn, solo estoy así Porque... Porque desperté... Y... Y... Lalisa... Ella... Yo...

-Rosie respira porfavor, te estás alterando.-Me dice la castaña y asiento tomando aire.

-Desperte y ella solo no está, dejo a ángel comida y cambiada, además su... Ropa... No... No está, no hay nada de ella... Sus papeles, sus cosas han desaparecido, la llame y no responde, mensajes y nada... Yo.... ¿Por qué se fue así?.-Pregunto con con mis ojos empezando a humedecerse.

Y jennie me mira angustiada abrazándome por unos segundos.

-No se que está pasando rosé, yo solo acabo salir de eso condenado coma, pero lo qué si se que es lalisa no huiria sin dar una sola explicación, no es cosa de ella.

-Entonces... Entonces ¿Dónde está?.-Pregunto sintiendo mis lágrimas resbalar por mis mejillas calientes sin poder detenerlas, quiero creer en lo que dice jennie, pero el mal presentimiento me está matando, la carta en mis manos es lo último que se necesita para acabar con mi vida, lo sé.

-¿Esa carta es...

-No lo sé.-La interrumpo antes de que siga con la pregunta.-No se... No sé si es de lisa....-Murmuro secando mis lágrimas para sentarme en la cama.

-Abrela rosé, es la única manera que tenemos de saber que demonios le pasó, porque yo también la llamé en el hospital y no contesto, pensé que había cambiado de número o algo así...

Niego lentamente cerrando los ojos sintiendo un dolor profundo ¡No! ¡Ella no a cambiado su maldito número! ¡Maldita seas lalisa Manoban!

Aprieto la carta en mis manos con todo el dolor del mundo aferrandome a lo último que me queda de ella...

¿Eso es lo único que querías de mi? ¿Sexo? ¿Acaso solo era eso para ti manoban? ¿Por qué? ¿Por qué apostar tanto solo para sexo? ¿Por qué me has dejado así?

Cierro los ojos sintiendo nada en mi corazón, parece mentira que hace díez minutos era la persona más felíz del mundo.

Entonces recuerdo sus palabras de anoche

-Podemos... ¿Podemos disfrutar esto como si fuera la última vez?.-Preguntó agitada acariciando mis labios entre abiertos y húmedos con su dedo pulgar, un suspiro ansioso salio de mi por la intensidad del momento y la vi confundida, ¿Por qué querría disfrutar de aquello como si fuera la última vez cuando sabía que haríamos el amor muchas veces más?. Ella me veía muy pensativa, metida en un limbo, esperando un permiso especial con mi respuesta, deduci entonces que eran una de esas clases de locuras ocasionales que solo se le ocurren a manoban, así que asentí segura siguiéndole lo que sea que fuese su juego.

-Hazme el amor Lalisa, házmelo como si fuese la última vez...-Pedi sin caer en cuenta de lo que significaban esas palabras, sin caer en cuenta que lo que estaba pidiendo era más real que cualquier cosa que hubiese pedido en toda mi desgraciada existencia, ella hablaba muy en serio...

-¿Rosie?.-El llamado de jennie me devuelve de nuevo a la realidad, la miro y ella enmudece al notar la verdad en mi mirada, ni siquiera es necesario abrir la carta para saber todo lo qué está pasando, rebobino hasta el día en que nací solo para recordar todo lo que hice mal con ella desde un principio y darme cuenta qué la he perdido solo única y exclusivamente por mi maldita culpa...

-Se ha hido jennie... Y me juro con sus besos que no volverá....


Always chaelisa (PARTE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora