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— SENTIMIENTOS DE ADOLESCENTES —
Días después aún se mantenía el tema de los prófugos en el castillo y más porque nadie sabía cómo habían entrado y vuelto a escapar exitosamente.
Los Potter fueron avisados por su jefa de casa que los Black andaban tras ellos. Cassandra evitaba cualquier pregunta sobre lo sucedido la noche de Halloween de 1993.
Al finalizar el último entrenamiento antes del partido, Wood parecía estar muy enojado.
— ¡No vamos a jugar contra Slytherin! — Les dijo enfadado. — Flint acaba de venir a verme. Jugaremos contra Hufflepuff.
— ¿Por que? — Preguntaron todos.
— La excusa de Flint es que su buscador aún tiene el brazo lesionado — Wood dijo. — Pero está claro que el verdadero motivo no quieren jugar con este tiempo, porque piensan que tendrán menos oportunidades...
Los cielos de Hogwarts no eran los mejores, estaban nublados y llovía todos los días.
— ¡No le pasa nada al brazo de Malfoy! — Dijo Harry furioso — Está fingiendo.
— Está vez no...
— ¿Que dices, Black?. — Wood miro a Cassiopeia al igual que todo el equipo.
— Ayer las chicas y yo tropezamos y Malfoy bajaba las escaleras frente nuestro y caímos encima de el, lo que ocasionó que su brazo sano volviera a salir herido...
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Cuando salieron de la clase de DCAO, que curiosamente fue impartida por Severus Snape, Harry se acercó a las cuatro chicas mientras acomodaba su cabello.
— Hola, Emma. — Harry se posicionó a un lado de la castaña y ella miro a sus amigas.
— Harry, ¿que tal?. — El rostro de Harry se iluminó.
