CAPITULO XLIII

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— EL MAPA, BESOS Y DESPEDIDAS —

Todos hacían teorías sobre lo sucedido la noche de luna llena, pero ninguna de acercaba a lo que en realidad había sucedido.

Las chicas habían estado haciendo bromas a los alumnos durante ese día, hasta que se encontraron con Cassandra y se obligaron a actuar de manera normal.

— Hola mamá — Saludo Emma y rápidamente las chicas dijeron saludos.

— Chicas — Cassandra comenzó a hablar — Remus se va y aún se encuentra en su oficina.

Las chicas no se hicieron esperar y comenzaron a correr hacia dicho lugar. No sabían el porque se iría y nisiquiera se lo imaginaban.

Cuando llegaron la puerta estaba entreabierta y Leila entro sin tocar.

— ¿Se va? — Preguntó la rubia sin prestar atención a Harry que estaba parado a un lado. — Usted es el mejor profesor que hemos tenido, no se vaya, por favor.

— ¿Porque has tomado está decisión? — Preguntó Emma mientras abrazaba a su padre.

— Snape ha revelado mi condición y me temo que mañana comenzaran a llegar lechuzas. Lo sé ayer fue algo peligroso y no quiero dañar a ningún alumno o alguna otra persona. — Remus les dijo.

— Pero, Remus, no te vayas. Todos te adoran y hemos aprendido tanto...

— Estoy orgulloso de ustedes, todos son talentosos y fue fascinante enseñarles a los hijos de mis amigos, jamás lo había imaginado. — Remus sonrió melancólico. — Las veo y es inevitable no pensar en mis amigos y en mi a su edad, siempre buscando como sacar de quicio a la profesora Mcgonagall.

» Regresar por este año a Hogwarts fue sensacional y no me hubiera imaginado todo lo que sucedió. Supe de Emma, conocí a las mini versiones de mis amigos y de mi, me reencontré con muchas personas y claramente, conseguí un empleo que me gusta pero que ahora no lo puedo seguir ejerciendo.

Se escuchó un sollozo y todos voltearon hacia Leila que se limpiaba las lágrimas.

— ¿Estas llorando? — Cassiopeia le pregunto.

— No — Respondió la rubia mientras veía a Lupin. — Es el mejor.

— Tengo algo que les pertenece y como ya no soy su maestro, no hay problema si se los devuelvo. — Remus dijo y metió su mano a el bolsillo de la túnica y saco un pergamino.

Lupin se lo extendió a Cassiopeia.

— Le aseguro que nuestras intenciones no son buenas — Cassiopeia dijo mientras tomaba el mapa.

— Mi travesura ha sido realizada — Finalizó Lupin al momento que Dumbledore entraba a la oficina e informaba sobre el auto que esperaba a Lupin.

••••

El día de regreso a casa fue normal y monótono como cualquier otro. Las chicas estaban en un compartimiento solas. Compartían dulces mientras platicaban los últimos acontecimientos.

— ¿Que tal con Harry? — Le preguntó Leila a Emma.

— No lo sé — Emma comenzó a hablar — aveces siento que me quiere, pero luego se enoja y no me habla más. Me molesta que sea así pero no he podido hablar con el.

— Es un idiota — Soltó Stephanie. — si que lo es.

Emma soltó una risa.

— Escuchaste eso, Freddie...

Las chicas voltearon hacia la puerta encontrandose con los gemelos Weasley.

— Claro que lo escuché, Georgie... hablaban sobre la idiotez notable de Harry.

— Claro, ¿quién trataría mal a esta ternura? — George tomo el rostro de Emma.

— Hermione — Bromeó Leila y todos comenzaron a reír.

— Aprovechando que están aquí — Cassiopeia se levantó y comenzó a buscar algo en su baúl y cuando lo encontró lo cerró. — Toma una foto, Fred, porfa.

Fred tomo la cámara y las cuatro chicas posaron como los dos años anteriores.

— Ahora ustedes — Stephanie le quitó la cámara a Fred. — Su primer año juntos.

Cassiopeia y Fred se voltearon a ver, pero el primero en moverse fue el pelirrojo que paso un brazo por la cintura de la chica y la pego a el, Cassiopeia puso su mano sobre el pecho de el y la pelirroja tomo la foto.

— Si no les importa — Fred tomo la mano de la Black — Se las robo por unos minutos...

— O por todo el viaje — Emma dijo y la pareja salió del compartimiento.

Fred abrió otro compartimiento y entro junto a Cassiopeia, después cerro la puerta y bajo la cortina.

— ¿Planeas asesinarme? — Cassiopeia bromeó.

— Oh si, señorita Black — Fred se acercó a Cassiopeia — Esto es una trampa.

— Oh, muero de miedo — Después de decir eso, ambos rompieron en carcajadas.

— Te amo — Fred le dijo y la tomo de la nuca mientras la acercaba hasta juntar sus labios. Fue un beso suave y lento.

— Vaya, señor Weasley — Cassiopeia dijo sonriendo. — Creo que quiero más de eso.

Y después Cassiopeia fue quien beso a Fred.

••••

Bajaron del tren buscando a sus familias y se alegraron de encontrarlas juntas así que las cuatro chicas de apresuraron a llegar con su familia.

Hubo muchos saludos, abrazos y besos. Definitivamente estaban felices por regresar.

— Iremos por ti durante las vacaciones, Stephanie — Clarise le dijo a la pelirroja. — Los mundiales de Quidditch se acercan y nos gustaría que nos acompañarás.

— Sera un placer, señora Moncier. — Stephanie sonrió y la abuela de las Black dejo un beso en la frente de ella.

— Sabes que cualquier cosa podrás enviarme cartas, las leeré y responderé — Cassiopeia le dijo a su mejor amiga — Lo juro, Phanie.

— Está bien, Cassie.

Después, las chicas se despidieron y cada una se dirigió hacia un lugar diferente del país. Ninguna pensaba que su cuarto año sería totalmente una desgracia.

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