CAPITULO LXIX

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— EL RETRATO, CUARTEL Y EL DESPERTAR —

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— EL RETRATO, CUARTEL Y EL DESPERTAR —

Mantener a los Potter alejados del mundo mágico hubiera sido algo fácil si hubiesen dejado a Mundungus Fletcher fuera de eso.

Continuamente dejaba su puesto, no aparecía o se negaba, Dumbledore y todos los de la orden estaban furiosos con el.

Leila, Louis y Emma habían sido llevadas a la casa de Remus Lupin donde pasaban la mayor parte del día con Elle, Lyall y los fugitivos. No habían visto a Cassiopeia desde que sus abuelos la trasladaron con ayuda de Pomfrey a su casa de valle de Godric.

Tenían prohibidas las salidas, sabían que corrían peligro caminando en las calles y los adultos preferían evitar cualquier inconveniente.

Hasta que un día les ordenaron a los chicos que prepararan sus cosas.

— Nos iremos a la nueva sede del cuartel de la Órden — decía Remus mientras los apuraba. — Que no se les olvide nada.

Dumbledore había sido llamado días después por un trabajador del hospital de San Mungo, decía que habían cuatro pacientes que pedían su presencia.

El viejo director se sorprendió al entrar a la sala y verlos, juraba que estaban muertos y no sabía que hacían ahí.

— ¿Que ha pasado? — preguntó uno de ellos y el director comenzó a relatar lo sucedido el día de la caída de Voldemort, pero también sobre el día de su resurgimiento.

— ¿Regreso? — preguntó otro de los que estaban ahí y Dumbledore asintió. — ¿La orden...?

— Ha sido nuevamente reunida, hemos tratado de reunir al antiguo grupo y también a nuevos magos. — Les dijo Dumbledore.

— Debemos reincorporarnos.

— Estoy de acuerdo, pero primero recuperense. Estoy seguro que están desorientados.

Dumbledore les prometió que regresaría en un mes por ellos, sabía que debía planear algo antes de presentarlos ante las personas que los creían muertos.

— ¡TU! ¡MALDITA DESGRACIA! ¿COMO TE ATREVES A TRAER TRAIDORES, MONSTRUOS, SANGRE SUCIAS A MI CASA? — gritaba el cuadro de Walburga Black al ver a su hijo mayor. — Regulus, cariño.

Regulus Black entraba en el campo de visión del cuadro de su madre, la mujer parecía horrorizada de ver a Sirius ahí.

— Madre.

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