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— ANTES DE LA ÚLTIMA PRUEBA —
Con el pasar de los meses, los temas de Stephanie y los líos amorosos Harry-Emma parecían quedar en el olvido.
Stephanie, aún así, estaba afectada porque su condición había sido revelado sin más al mundo mágico. Sirius y Kiara le enviaron una carta dándole ánimos y Cassandra hablo con ella.
Pasaron las vacaciones de pascua y antes de que el mes de Mayo concluyera los campeones fueron citados en el campo de Quidditch.
— Un laberrinto — Krum dijo.
— ¡Eso es! — Corroboro Bagman, un mes antes de la tercera y última prueba del torneo de los tres magos les informaron sobre que trataría.
Parecía que debían internarse en un laberinto que estaría repleto de varias criaturas, habrá obstáculos como acertijos y deberán llegar al centro que es donde se ubica la copa.
Quién tome la copa primero será el ganador de la prueba, parecía fácil pero todos los campeones habían comenzado a practicar.
Las merodeadoras estaban aprendiendo, sabían que Cassiopeia y Stephanie debían estar preparadas para cualquier cosa así que Leila y Emma les brindaban todo el apoyo posible, querían que sus amigas ganasen el torneo.
Kyle se unió y a escondidas de Karkarov les enseño lo que había aprendido en Durmstrang, había cosas que no enseñaban en Hogwarts y Beauxbatons, así que solo estarían a nivel de Viktor Krum, aunque no debían subestimar a ninguno de los campeones.
— Cada día falta menos — decía Emma mientras Cassiopeia y Stephanie se dejaban caer al suelo, habían estado esquivando hechizos inofensivos que les lanzaban Leila y Emma para mejorar sus reflejos.
— Esto me tiene los nervios de punta, deseo que todo termine — Leila dijo ahora y solo veían como las chicas respiraban profundamente en el suelo.
Si bien, Leila y Emma las hacían entrenar demasiado pero solo querian que supieran que hacer dentro del laberinto ante cualquier situación.
Entre prácticas, aprender un poco sobre la teoría, más prácticas, clases, cartas, canuto, angel, prácticas y por fin había llegado el día de la tercera prueba.
Las chicas despertaron con más nervios de lo normal, no habían tenido tiempo de hablar con nadie más durante el último mes, se habían enfocado en el torneo y esperaban que sus amigos lo entendieran.
Ese día el resto de alumnos debía hacer los exámenes, así que Leila y Emma se retiraron al terminar de desayunar, mientras los campeones fueron llevados a la sala donde los mandaron cuando sus nombres salieron del cáliz.
Mcgonagall había dicho algo sobre la familia de los campeones, así que Cassiopeia bajaba entusiasmada las escaleras y se lanzo hacia su abuelo al verlo, Stephanie y Harry caminaban desanimados ya que no tenían idea de quién iría a verlos, ¿sería posible que ahí estuviesen los Dursley?
