¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— RECORDAR —
Las vacaciones de semana santa estaban por concluir y por el miedo que aún había en el castillo por los múltiples ataques la gran parte decidió marchar a sus casas.
Ese curso, ese año principalmente, Cassandra dejo de sentirse sola. Cuando Emma marchó a su primer año a Hogwarts, el hogar de las Stivienson se sentía más lúgubre y triste.
Ambas estaban acostumbradas a la presencia de la otra, pero había una diferencia, Emma estaba rodeada por más personas en el colegio y Cassandra no tenía a nadie más, solo a su única hija.
Se mentiría si dijera que ya no sentía nada por el y que el simple hecho de pensarlo sentía en su estómago revolotear pequeñas mariposas. Pero, ¿que era lo que estaba haciendo?.
¿Que propósito tenía Cassandra Stivienson en su vida?.
No lo sabía. No sabía que es lo que estaba haciendo, aparte de criar a su hija.
Aleixander la hubiera regañado por estar indecisa y le hubiera partido la cara al padre de su hija, de eso estaba segura.
Oh, Aleixander, te fuiste y aún necesitaba de ti.
Y luego estaba ella... aún pensaba que fue lo que le sucedió y simplemente no lo comprendía.
Escucho que tocaron la puerta y por ella entro Severus.
— ¿Que sucede?. — Preguntó ella, mientras Snape se sentaba frente a ella.
Snape no hablo, por lo menos no los primeros minutos.
— ¿Alguna vez has sentido la soledad?. — Snape le pregunto mientras miraba por primera vez, el dolor reflejarse en la mirada de el Slytherin.
— Si... créeme que si. — Cassandra suspiro. — En demasiadas ocasiones.
Snape asentía mientras no veía a nada en particular y Cassandra recordaba todo lo sucedido en la guerra.
— ¿Que es lo que más te dolió de eso?. — Cassandra miro a Snape mientras pensaba en su respuesta.
— Creo que el dolor de saber que mis amigos murieron y de la traición... superó el dolor por la muerte de mi madre. — Cassandra recordó como le soltaron la información como balde de agua fría, así cayó en ella. — ¿Y a ti, que es lo que más te dolió?.
— Quedarme solo. — Respondió Snape. — Sin amigos, sin familia y sin...
