CAPITULO XXXVII

134 14 2
                                        

— NOVIO —

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

NOVIO —

— Pero Hagrid — Decía Leila, después de que el hombre les contara lo que sucedería con Buckbeack — Eso es terrible.

— Todo es culpa de Malfoy, el no siguió las indicaciones — Ahora fue Emma la que hablo — Si hubiera sido algún error tuyo, más de uno hubiera salido herido.

— Es un buen hipogrifo — Decía Hagrid entre hipidos y sollozos — la apelación la han programado para el día 6, vendrá un verdugo...

— ¿Verdugo?, pareciera que dan por hecho que se degollara — Cassiopeia dijo mientras Stephanie trataba de abrazar a Hagrid.

Leila se encontraba llorando mientras abrazaba al hipogrifo y Emma y Cassiopeia se miraban entre si, ambas pensando que hacer para ayudar a su gran amigo.

Trataron de hablar con Lupin pero el les dijo que no se inmiscuyeran en asuntos que estén relacionados con el ministerio y Cassandra les dijo exactamente lo mismo.

Los exámenes comenzaban pronto y las chicas perdían tiempo al no saber cómo ayudar. Habían planeado ir con Hagrid el día de la apelación, para saber cómo estaba, pero necesitaban unas cosas antes y por eso se encontraban encaminándose a la lechuceria.

— ¿Segura que te lo mandarán? — Preguntó Emma por tercera vez a su amiga ojiazul.

— Si, mis abuelos siempre esperan que Lyra o yo les pidamos algo para enviarlo. — Cassiopeia respondió.

La chica llegó y tomo a Hedwig para que la carta le llegará rápidamente a sus abuelos. Después, las cuatro chicas observaron a la lechuza hasta que la perdieron de vista.

Juntas comenzaron a bajar de la lechuceria encontrandose con Harry que salía del castillo.

— Hola — Saludo el chico de lentes y las cuatro chicas le regresaron el saludo. — Emma ¿podemos hablar?

Todas se voltearon a ver.

— Si. — Emma respondió.

Las chicas entre risitas los dejaron solos y se encaminaron a su sala común.

Emma y Harry comenzaron a caminar uno al lado del otro hasta que llegaron a un árbol frente a el lago negro donde ambos se sentaron sobre el césped.

Harry miraba a Emma, pero Emma admiraba el lago negro donde se reflejaba el sol y podía ver los tentáculos del calamar gigante que habitaba ahí.

— ¿De que querías hablar? — Emma preguntó, tomando por sorpresa a Harry que se había quedado como un tonto mirando a la chica.

— Me he animado un poco por lo sucedido en el partido, respecto a Fred y Cassiopeia...

— Cómo olvidarlo — Interrumpió Emma con una sonrisa, Fred beso a Cassiopeia frente a todos y habían comenzado a intentar algo, querían estar seguros de que las cosas funcionarían entre ambos.

Las Merodeadoras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora