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- IRLANDAVSBULGARIA -
El campamento estaba repleto de casas para acampar, unas demasiado discretas para el ojo muggle y otras que estaban demasiado ostentosas.
Cuando llegaron con el dueño del campamento había un mago capacitado del ministerial que lo estaba desmemorizando.
- Edrik, ¿que tal?, este tipo está dándose cuenta de la anormalidad del día de hoy y con Bagman de un lado a otro hablando de bludgers no ayuda.
- Es un total descuidado, Fudge hace mal al mantenerlo dentro de un departamento - Edrik dijo mientras el señor recibía el dinero y le daba el cambio mientras le indicaba el lugar de ellos.
Se despidió y todos se dirigieron hacia ahí.
- Los Weasley deben estar muy cerca - Clarise dijo y los chicos comenzaron a ver hacia todos lados, buscándolos, pero veían las distintas tiendas de campaña. Unas tenían hasta pavoreales y eran realmente lujosas.
- ¡Edrik! - Escucharon un grito y a un señor rubio, robusto y con apariencia de un niño crecido alzaba los brazos para ser visto. - Ven hacia acá.
- De aquel lado queda nuestro lugar- Indico el abuelo de las Black. - No podemos evitar pasar por ahí.
La señora Moncier colocó su mano en el antebrazo de su esposo y comenzaron a caminar con todos los chicos siguiéndolos.
- Ludo, Arthur y pequeños Weasley - Saludo Edrik mientras llegaban hacia la tienda de campaña que parecía ser de los Weasley.
- Esto es simplemente suerte - Stephanie dijo.
- Es mi esposa Clarise y ellas son mis nietas... - Dijo señalando a Cassiopeia y Lyra - El resto son amigos de ellas: Elle, Emma, Louis, Leila y Stephanie.
Los señalados solo alzaron su mano como saludo y las chicas se encaminaron hacia los gemelos Weasley mientras Louis comenzaba a ver lo que hacía Arthur, ya que el llevaba Estudios muggles.
- Nuestros asientos son en la tribuna, ¿los de ustedes también, verdad? - Cassiopeia le pregunto a Fred y el sonrió mientras asentía.
- Si, es fabuloso que sea así - El pelirrojo abrazo a la ojiazul. - Llegó el jefe de Percy, o más bien, el novio de Percy.
Todos voltearon hacia el señor Crouch que se acercaba y saludaba gustoso a Edrik Moncier.
- Justo cuando termine esto enviaré unos cuantos aurores a Albania para la búsqueda de Bertha Jorkins - Informo a Barty que asintió complacido.
- Muchas gracias - Respondió el Crouch. - Por cierto Ludo, te he buscado por todas partes. Los bulgaros insisten en qué tenemos que ponerles otros doce asientos en la tribuna...
- ¿Con que eso era lo que querían? - Se sorprendió - Pensaba que ese tío me está a pidiendo doscientos aceitunas ¡Que acento tan endiablado!
En ese momento los chicos ya se encontraban sentados mientras tomaban una taza de te.
