CAPITULO XLI

144 15 1
                                    

— SNAPE, LA RATA Y LA TRAICIÓN —

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

— SNAPE, LA RATA Y LA TRAICIÓN —

Hermione solto un grito. Kiara y Black se voltearon sin pensarlo hacia Snape y Leila no pudo evitar ahogar una carcajada al ver los notables mechones en el oscuro cabello de su profesor.

— He encontrado esto al pie del sauce boxeador — Dijo Snape, arrojando la capa a un lado y sin dejar de apuntar a Emma con la varita — Muchas gracias, Potter, me ha sido muy útil.

Cassiopeia chiflo hacia Snape.

— Irrespetuosa cómo tú padre — Snape rodó sus ojos — Tal vez se preguntan cómo he sabido que estaban aquí. Acabo de ir a tu despacho, Lupin. Te olvidaste de tomar la poción está noche, así que lleve una copa llena. Fue una suerte. En tu mesa había cierto mapa. Me basto un vistazo para saber todo lo que necesitaba. Los vi correr por el pasadizo.

Lupin iba a hablar pero Cassandra se adelantó.

— Severus... — Comenzó ella, pero Snape no la escucho.

— Le he dicho una y otra vez al director que ayudabas a tus viejos amigos los Black a entrar en el castillo, Lupin. El saber que te encontrabas aquí me tomo por sorpresa — Snape miro a Cassandra por un momento. — Y aquí está la prueba. Ni siquiera se me ocurrió que tuvieran el valor de utilizar este lugar como escondrijo.

— Te equivocas, Severus — Dijo Lupin hablando aprisa — No lo has oído todo. Puedo explicarlo. Ellos no han venido a matar a Harry.

— Cuatro más para Azkaban está noche — Dijo Snape con odio — Me encantaría saber cómo se lo toma Dumbledore. estaba convencido que eras inofensivo, ¿sabes, Lupin? Un licantropo domesticado...

— ¿ Usted es estúpido? — Emma se dirigió hacia Snape — Perdón por el insulto, pero esto no vale la pena.

— Boca cerrada, señorita Lupin.

— No calles a mi hija — Dijo Lupin — ¿Vale la pena volver a meter en Azkaban a dos personas inocentes por una pelea de colegiales?

Snape no lo pensó, jalo a Emma del brazo separándola de su padre y del final de su varita surgieron unas cuerdas delgadas que se enroscaron alrededor de la boca, las muñecas y los tobillos de Lupin. El perdió el equilibrio y cayó al suelo, incapaz de moverse. Sirius se abalanzo sobre Snape pero el profesor apunto directamente a sus ojos con la varita. Cassandra se apresuró a tomar a Kiara para que no se lanzará hacia Snape.

— Dame un motivo — Susurro — Dame un motivo para hacerlo y te juro que lo haré.

El duelo de miradas entre Snape y Sirius paro cuando notaron el movimiento en la habitación. Cuando Snape jalo a Emma ocasionó que soltará a Scabbers y ahora las chicas se encontraban persiguiendo a la rata. Leila noto que se dirigía a un hueco en la pared y sin pensarlo se arrojó hacia ahí.

Las Merodeadoras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora