CAPITULO II

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— Hogwarts —

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— Hogwarts —

¿Seguro que no nos estrellaremos abuelo?. — Preguntó por tercera vez Leila mientras miraba con desconfianza la pared.

— Yo la cruce el año pasado. — Louis dijo pero aún así su hermana no se veía muy conforme. — Pasemos juntos.

Cuando cruzaron la barrera la rubia solo abrió la boca al ver la gran locomotora color escarlata.

Por algún lado de la estación se encontraba Cassiopeia con una Lyra aferrada a su cuerpo.

— Volveré para Navidad, Ly. — Decía ella mientras acariciaba su cabello.

— Pero ahora me quedaré sola, ¿porque no puedo ir?. — Lyra preguntó entre sollozos.

— El próximo año entraras a Hogwarts, cariño. — Le dijo su abuela cuando el tren sonó avisando que comenzaría el viaje y Cassiopeia se comenzó a despedir de sus abuelos.

— Siéntate en el último compartimiento del lado izquierdo. — Cassiopeia asintió confundida a lo que dijo su abuela pero subio al tren mientras se encaminaba al último compartimiento.

Se encontraba vacío y ella rápidamente trato de acomodar su baúl lo mejor que pudo. Se asomo por la ventana cuando el tren comenzó a avanzar y vio a sus abuelos con Lyra despidiéndose con la mano y ella hizo lo mismo. Se puso a ver por la ventana hasta que un golpe en la puerta la sobresalto.

Era un chica castaña de ojos verdes con pequeñas notitas cafés, se veía muy nerviosa y Cassiopeia le sonrió.

— ¿Puedo entrar? el tren está lleno. — Hablo ella y la chica Black asintió mientras la ayudaba con su baúl.

— Soy Cassiopeia Black, ¿tu eres?.

— Emma Stivienson. — Respondió y Cassiopeia la comenzó a bombardear con preguntas.

— ¿Te gusta bailar? a mí me encanta, he asistido a miles de competencias y en la última toda la competencia armó un complot en mi contra porque siempre ganó. — Dijo. — No es mi culpa tener la técnica y la gracia de saber bailar.

Emma río.

— Yo podría decir que soy un poco más tranquila, prefiero leer y estar en silencio. — Cassiopeia asintió y por tercera vez la puerta se abrió.

— Hola, soy Leila Harrison. — Una chica rubia entro al compartimiento. — Perdón que entre así, si mi hermano me veía aún buscando compartimiento me haría ir con el y sus amigos.

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