Continuación Del Cap 5

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Poco a poco, la gente se dispero y todo volvió a estar tranquilo, hicieron que la tal Lila y sus amigas abandonaran la Fogata y Darien volvió a la reunión con cara de pocos amigos, me tomé como sopotocientos vasos de coca cola y me comi un bol entero de nachos con queso junto a Caro, quien me contaba anécdotas picantes y divertidas de cuando vivía fuera de este lugar, yo intentaba no decir casi nada a profundidad de mi familia, puesto que era mejor para mí pensar que no tenía y que era libre de tomar mis decisiones y no sufrir por nadie.

Y más o menos cuando eran las doce o once y cuarto la gente se puso loca. Loca, en el sentido de que alguien contrabando tres botellas de ron y otras tres de papistas y otras frituras, y entonces Caro al saber sobre dichosa bebida se fue a por unos tragos y no volvió.

Me quedé sola mirando como incluso algunos empezaron a jugar juegos junto a la enorme Fogata que habían encendido, algunos manipulados por la bebida empezaron a quitárse la ropa, ( Wey no malinterpreten) escuchaba el típico " verdad, desafío o trago" no había tomado nada que no fuera coca cola, y aunque probablemente engordara trescientos kilos por tanta soda, no me importo, sabiendo lo que en este lugar pasaba no me apetecía estar tan tranquila y tomar hasta ser lo suficientemente vulnerable para ser cazada como un verdadero animal en el bosque.

Los chicos se habían unido hace rato, aceptando retos y bebiendo con los demás, como si ellos no fueran los causantes de todas las desgracias, dudaba de Angelo, ese chico no parecía nada grave, había inocencia en su mirada y deleite en sus sonrisas y carcajadas, no entendía como un chico tan dulce podía ser amigo de dos tan siniestros como lo eran Dominic y Darien.

Darien poco a poco se había emborrachado y ciertamente había empezado ya a decir estupideces, me reía sola aquí al escuchar las chácharas del rubio sobre todos, y ya iba creyendo que mejor era no caer en boca de esos dos, Caro y Darien, quienes se reían como grandes amigos de todas las pestes que salían de sus bocas, el pelirrojo estaba tumbado en una piedra con un brazo sobre su rostro, posiblemente dormido, lo que me daba mucha más gracias todavía y Dominic bebía sorbos de su vaso de ron poco a poco con una cara de sueño nivel dios.

Nadie había notado que los obcervaba desde el tronco de un árbol en el que me había sentado apoyando la espalda contra el mismo y doblando las piernas para pasar mis brazos sobre las rodillas, nadie se había acercado y estaba sola, justo como siempre había estado, sola, y pensativa.

¿Como todos podían estar como si nada con todo esto? En poco tiempo me había enterado que este lugar no era cualquier cosa, que eran un lugar de prestigio pero que también detrás de sus puertas había guardado el secreto de un asesino entre los suyos, que mataba por diversión como si para él todo fuera un juego, todos éramos sus piezas y él el rey que dictaba si éramos descartados del tablero o seríamos la pieza que caería por él, ya lo tenía claro.

Siempre había sido muy perspicaz, obcerbadora y curiosa, mamá decía que eso podría ser de mucha ayuda en situaciones difíciles y que si sabía cómo actuar en un futuro podría estar trabajando en un equipo brigadista para el FBI  o en ser la capitana de un equipo de investigación para la SIA, pero mi mamá ya no estaba y mi lazo con ella se había roto hace muchos años, y la única persona confiable, la única que daría su vida por mi, estaba encerrada injustamente por una atrocidad que no cometió.

no confiar en nadie puede ser la clave para evitar muchos problemas y dolencias, Uchi — le mire atentamente y sonreí al acariciar su cabello.

— pero no confiar en nadie te hace alejarte de las personas michi, ¿no lo crees? No todas las personas son malas y algunas veces uno se llena la cabeza con primeras impresiones hasta que se queda solo — dije mientras miraba el cielo.

Amara Donde viven las historias. Descúbrelo ahora