26. Quizás No Todo Esté Bien

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Pov Amara Riddle

Cansada de ir a ese lugar lleno de idiotas, cansada de escuchar los problemas de gente que no me importa.

Pero sobre todo.

Cansada por la movida noche con Darien.

Me arrastre por los JODIDOS pasillos con los ojos pesados, ¿por qué hoy tenía que ir a grupo de auto-ayuda? Me cago en jupiter.....

— ¡señorita Riddle, buenos días! ¿Como se encuentra hoy? — inquirió la profesora o lo que sea que esta tipa fuera.

— del asco, ¿y usted? — dije pasando junto a ella y tomando asiento junto al idiota de lentes. — eh..... Bien gracias.

Hoy como todos los domingos, asistieron las mismas personas desde que me integre a estas clases.

La chica rubia de bonitos ojos verdes, el mismo chico con guantes y de mirada perdida, el alto de lentes que estaba sentado junto a mí, y por último pero menos importante; yo.

Ah, y una muy mala imitación de Dominic, solo que sin estilo y más arrogante, y fastidioso,  él era un chico pelinegros y de ojos claros que usaba lentillas para parecerse al chico de ojos bicolor, era de estatura baja y tenía una sonrisa que con sólo verla ya te hacía fastidiar.

Y. Como lo hacía el original Dominic; buscaba un chanse conmigo, solo que de una manera más directa y menos sutil.

— días por que buena estas tu, hermosa — me dijo el falso Dominic.

— pudrete — le esperte sin mirarlo y ni más me faltaba, la chica rubia empezó a llorar.

Ella era muy sensible y todo le afectaba, aunque no fuera con ella.

— ¡Oh calma Clarissa! Todo está bien, Amara solo saludaba al señor Franco, no tienes por qué llorar — dijo la profesora quien intentaba calmar a la rubia.

— pero....e-es que è-ella lo dijo d-e una forma muy agresiva.....— respondió la rubia mirandome con temor, y la parte más cruel dentro de mí me hizo lanzarle una mirada de odio puro.

— ¡n-o me mires a-así! — chilla ella para luego echarse a llorar con más ganas. — ni siquiera te he mirado, estúpida débil. — dije con un tono cortante.

— ¡señorita Riddle! — reprendió la profesora, yo solo me encogió de hombros mientras que escuchaba al idiota de Franco reír.

— siempre tan cruel, si que me gustas nena — y como si fuera un detonante, me levante y estampe mi puño en su cara asiendo que este cayera al suelo.

Inmediatamente la profesora me pidió salir de clase ya que el señorito Franco solo estaba jugando y no era para reaccionar de esa forma. Mientras ella creía que me estaba tragando todo su sermón de mierda yo miraba distraídamente a la nada que me era tan placentera y tentadora como lo era la cerilla de un fósforo hasta que mis sentidos captaron movimientos a mis espaldas.

Voltee a ver justo cuando la puerta del aula que se nos asignaba los domingos era abierta. Un chico alto y de test pálida cruzó el humbral sin saludar siquiera, pasó junto a nosotras y tomó asiento justo en donde yo había estado antes.

No lo había visto por aquí antes.

Su cabello era rojo y lizo, caía de forma desordenada sobre su frente y bajo sus ojos azules habían una oscuras ojeras que le daban un toque enfermizo a su piel pálida, además, si antes Darien me había parecido sombrío, este chico era nefasto, pues en cuanto entró al aula pude sentir como el ambiente se tensaba e incluso sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo.

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